“Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” Fil. 4:12
Cierto día, un Sabueso Irlandés se encontraba gravemente enfermo. Los dueños del perro estaban muy apegados a él y esperaban un milagro. El perro estaba muriendo de Cáncer y no se podía hacer ya nada por él, por lo que se les sugirió llevar a cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Los dueños del perro sintieron que su pequeño hijo podría aprender algo de la experiencia. Al día siguiente, el niño se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez. En unos cuantos minutos el perro se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición sin ninguna dificultad. Los padres se preguntaban por qué la vida de las mascotas es más corta que la de los humanos. El niño, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''yo sé''.
Sorprendidos, todos voltearon a mirarlo. Lo que dijo a continuación fue maravilloso: ...''la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad? ''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo con nosotros''.....
Por tanto, Vive sencillamente. Ama generosamente. Quiere profundamente. Habla amablemente. Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro éxtasis.
Toma siestas.
Estírate antes de levantarte.
Corre, brinca y juega a diario.
Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
En días calidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
Cuando estés feliz, brinca alrededor y mueve todo tu cuerpo.
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
Sé leal.
Nunca pretendas ser algo que no eres.
Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.
DISFRUTA CADA MOMENTO DE CADA DÍA
Cierto día, un Sabueso Irlandés se encontraba gravemente enfermo. Los dueños del perro estaban muy apegados a él y esperaban un milagro. El perro estaba muriendo de Cáncer y no se podía hacer ya nada por él, por lo que se les sugirió llevar a cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Los dueños del perro sintieron que su pequeño hijo podría aprender algo de la experiencia. Al día siguiente, el niño se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez. En unos cuantos minutos el perro se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición sin ninguna dificultad. Los padres se preguntaban por qué la vida de las mascotas es más corta que la de los humanos. El niño, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''yo sé''.
Sorprendidos, todos voltearon a mirarlo. Lo que dijo a continuación fue maravilloso: ...''la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad? ''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo con nosotros''.....
Por tanto, Vive sencillamente. Ama generosamente. Quiere profundamente. Habla amablemente. Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro éxtasis.
Toma siestas.
Estírate antes de levantarte.
Corre, brinca y juega a diario.
Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
En días calidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
Cuando estés feliz, brinca alrededor y mueve todo tu cuerpo.
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
Sé leal.
Nunca pretendas ser algo que no eres.
Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.
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