“Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia”, Hab. 3:2
Un avivamiento es la gran necesidad de la iglesia de hoy. Todos debemos orar por un avivamiento. Además, es el deseo de Dios. Pero, ¿Qué es un avivamiento?:
• Es la visitación de Dios en la cual Él imparte nueva vida a su pueblo y da vida a los que están en pecado
• Es una nueva vida procedente de Dios
¿Para qué necesitamos un avivamiento?:
a) Para que los ministros / siervos sientan un nuevo amor por las almas y un anhelo para conducir las almas a Cristo; para que reciban un nuevo amor por la Palabra de Dios y fe a través de ella; para que reciban poder y unción fresca para la predicación
b) Para que los cristianos nos apartemos del mundo y aceptemos vivir en consagración a Dios; para que recibamos un espíritu de oración y deleite por ella en lugar de que sea ésta una obligación; para que nuestro corazón anhele ganar las almas perdidas y nuestro tema favorito sea Cristo; para que tengamos un nuevo amor por la Palabra de Dios y esto traiga impacto y convicción en los inconversos
c) Por la condición en la que se encuentran muchas iglesias, ya que muchas han cedido a las enseñanzas del mundo y han negado los principios de la fe cristiana. Muchos no creen en sanidad ni en el poder que da el bautismo del Espíritu Santo; muchas han abierto puertas a la mundanalidad, la codicia y el amor al dinero
d) Porque el mundo está cada día más pervertido; han aumentado los movimientos a favor del aborto y la homosexualidad; existe cada vez más corrupción en las artes y los medios de comunicación; han aumentado las muertes, la violencia, la corrupción y la impunidad
Por todo lo anterior, necesitamos un AVIVAMIENTO. Pero, ¿Qué debemos hacer?
• Orar (Juan 4:24)
• Ayunar
• Unirnos (dejar la crítica)
• Depender y confiar en Dios
• Descansar en Dios: quitar la preocupación, la ansiedad y el afán desmedido (Fil. 4:6; 1ª Pe. 5:7)
• Practicar 2ª Crónicas 20: Amón y Moab se enfrentaron a Josafat; éste clamó y ayunó, el pueblo ministró al Señor y Él manifestó Su poder
Un avivamiento es la gran necesidad de la iglesia de hoy. Todos debemos orar por un avivamiento. Además, es el deseo de Dios. Pero, ¿Qué es un avivamiento?:
• Es la visitación de Dios en la cual Él imparte nueva vida a su pueblo y da vida a los que están en pecado
• Es una nueva vida procedente de Dios
¿Para qué necesitamos un avivamiento?:
a) Para que los ministros / siervos sientan un nuevo amor por las almas y un anhelo para conducir las almas a Cristo; para que reciban un nuevo amor por la Palabra de Dios y fe a través de ella; para que reciban poder y unción fresca para la predicación
b) Para que los cristianos nos apartemos del mundo y aceptemos vivir en consagración a Dios; para que recibamos un espíritu de oración y deleite por ella en lugar de que sea ésta una obligación; para que nuestro corazón anhele ganar las almas perdidas y nuestro tema favorito sea Cristo; para que tengamos un nuevo amor por la Palabra de Dios y esto traiga impacto y convicción en los inconversos
c) Por la condición en la que se encuentran muchas iglesias, ya que muchas han cedido a las enseñanzas del mundo y han negado los principios de la fe cristiana. Muchos no creen en sanidad ni en el poder que da el bautismo del Espíritu Santo; muchas han abierto puertas a la mundanalidad, la codicia y el amor al dinero
d) Porque el mundo está cada día más pervertido; han aumentado los movimientos a favor del aborto y la homosexualidad; existe cada vez más corrupción en las artes y los medios de comunicación; han aumentado las muertes, la violencia, la corrupción y la impunidad
Por todo lo anterior, necesitamos un AVIVAMIENTO. Pero, ¿Qué debemos hacer?
• Orar (Juan 4:24)
• Ayunar
• Unirnos (dejar la crítica)
• Depender y confiar en Dios
• Descansar en Dios: quitar la preocupación, la ansiedad y el afán desmedido (Fil. 4:6; 1ª Pe. 5:7)
• Practicar 2ª Crónicas 20: Amón y Moab se enfrentaron a Josafat; éste clamó y ayunó, el pueblo ministró al Señor y Él manifestó Su poder