"Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá. Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta" Mateo 7:7-8 NTV
Dios nos dice más de una vez: SIGUE, no te pares a mitad del camino… SIGUE pidiendo y recibirás…
SIGUE buscando y encontrarás… SIGUE llamando y se te abrirá.
No te aburras tan fácilmente de CREER. Algunos me dirán pero por qué pedir si "Dios sabe lo que necesito". Es cierto, Él sabe lo que necesitas pero quiere oírlo de tus labios, quiere oír que a pesar del tiempo aún, continúas creyendo que tu Padre Celestial lo puede todo.
A todo buen padre le gusta que sus hijos le pidan porque busca complacer sus deseos. A nuestro Padre Celestial con mayor razón le gusta que le digamos los anhelos de nuestro corazón porque aunque los sabe, el que se los digamos le demuestra que confiamos en Él.
Otros piensan que a Dios no hay que molestarlo con tonterías pero la Biblia nos relata innumerables veces que los discípulos de Jesús le preguntaban cualquier cosa. Como por ejemplo: ¿Dónde quieres ir a comer?
"El primer día del Festival de los Panes sin Levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?" Mateo 26:17
Otros critican y dicen que a Dios no se le pide dinero, ni que cancele sus deudas pero eso no es lo que me muestra la Biblia.
"Cuando llegaron a Capernaúm, los cobradores del impuesto del templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Tu maestro no paga el impuesto del templo? —Muy bien —dijo Jesús—...desciende al lago y echa el anzuelo. Abre la boca del primer pez que saques y allí encontrarás una gran moneda de plata. Tómala y paga mi impuesto y el tuyo" Mateo 17:24-27
Hoy quiero romper el tonto mito de que es malo pedirle a Dios, que no es bíblico y que es teología de la prosperidad. Sí, aprenderemos de un personaje bíblico llamado Jabes.
"Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: ¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!; y Dios le concedió lo que pidió" 1 Crónicas 4:10
Jabes no trató de torcerle el brazo a Dios ni darle penita, aún cuando su nombre significaba dolor sino que simplemente PIDIÓ y Dios que es tan bueno le concedió lo que pidió. Cuando tú no le pides a Dios, no estás creyendo en su bondad y una de sus más grandes características es que su bondad es para siempre.
Jacob valientemente dijo: "No te dejaré ir a menos que me bendigas" Génesis 32
Él estaba soltero y sin compromiso a la vista. ¿No creen que dentro de sus oraciones diarias estaría su matrimonio? A Él le tocó trabajar 14 años para casarse…
Yo, sinceramente espero que ya estés empezando a pedirle a Dios por esta área, conozco las oraciones 24 que solo duran "un día" y a la mañana siguiente, se esfumaron. Cuando le pidas a Dios tiene que ser con PERSEVERANCIA hasta que obtengas tu bendición…
Esto me recuerda la historia de una amiga que por años estuvo pidiendo por su esposo diariamente hasta que se casó y el primer día de luna de miel, al despertarse lo primero que hizo fue orar pidiéndole a Dios un esposo, jajaja…
Suena gracioso, ¿verdad? Él la miró extrañado y le dijo: "Ya estoy aquí… Tócame, soy realidad"… jajaja…
Su oración se había convertido en un hábito. No pares de orar y de pedirle a Dios, insiste, Jacob luchó por sus sueños, quizá eso sea lo que te falte a ti… "Convertirte en un luchador".
No existe la conquista sin una lucha previa, todo para Jacob cambió: su nombre, su propósito, su estado civil, su futuro en inclusive se encontró cara a cara con Dios porque cuando tú pides algo a Dios, siempre supera tus expectativas pues te da más de lo que pides y tienes aún para regalar.
"... porque Dios ha sido muy generoso conmigo. Yo tengo más que suficiente. Debido a la insistencia de Jacob, Esaú finalmente aceptó el regalo" Génesis 33:11
Moisés pidió "… te suplico que me muestres tu gloria… El Señor contestó a Moisés: Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre… El Señor respondió: Haré pasar delante de ti toda mi bondad y delante de ti proclamaré mi nombre. Pues tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera" Éxodo 33:17-19
Qué lindo que Dios hoy nos promete hacer pasar su bondad delante de nosotros y si esto es así, entonces por qué no pedirle. En otra versión dice haré pasar mi bien que significa cosas buenas, propiedad, justicia, belleza, prosperidad.
Dios es tan abundante con su bondad, que su amor es un amor del bueno. Te sorprenderás si sigues pidiendo, si sigues creyendo, serás mucho más bendecido solo porque Él quiere las mejores bendiciones para ti que eres su hijo.
El hijo pródigo muestra la actitud del hermano mayor, una actitud de reclamo al Padre cuando regresó su hermano menor, diciéndole que ni un cabrito le dio nunca para celebrar pero el Padre le dijo: "Todo lo mío es tuyo solo debías pedirlo". Ese es nuestro Padre Celestial, el dueño de todo pero debemos pedirle y debemos hacerlo bien porque si pedimos mal, Él no nos dará nada.
Dios te ama más de lo crees y no se está demorando en darte lo que pides sino que Él sabe el momento preciso, el cuándo y el cómo lo hará pero también debe asegurarse de que tú y yo estemos preparados para recibirlo.
Cuando más tiempo crees que Dios tarda es porque más grande será tu bendición. Así que, sigue pidiendo, sigue buscándolo y sigue llamando porque las puertas de los cielos se abrirán cuando se lo pidas.
"Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos" Santiago 1:17
Por Wenddy Neciosuphttp://www.wenddyneciosup.comhttps://www.facebook.com/WenddyBlog