Los que desisten de andar por la fe, o se cansan de esperar en Dios, se apartan del Señor y no reciben nada más de Él.
Para vencer en la vida hay que ser perseverante, tener una Actitud Sabia y Productiva nos llevara a la salvación divina con Cristo en las nubes.
Recordemos que no estamos tratando con cualquiera, sino con el Creador y Mantenedor de todas las cosas. Si Él no nos responde, seguro que hay alguna brecha que tenemos que tapar. Así, veremos que Él es bueno y poderoso para darnos la victoria (Efesios 3.20).
Noé fue pregonero de justicia, anunció el mensaje durante 120 años, pero nadie se salvó. Sin embargo, él y su familia no sufrieron la destrucción (2 Pedro 2.5). Si hubiese dejado de hacer la voluntad de Dios, seguro que no habría sido salvo. Las Escrituras declaran que el alma del Señor no se complace en el que retrocede. Pero no somos de esos que se retiran hacia la perdición, sino de los que caminamos hacia la conservación de nuestra alma porque amamos a Jesús.
David dijo que, por esperar pacientemente en el Todopoderoso, conseguía victoria tras victoria, lo que no había logrado ningún rey. La vida del hijo de Isaí debe ser un ejemplo para nosotros, pues así es como Dios desea vernos. Por lo tanto, aunque todo indique que su tiempo ya pasó, no lo crea.
El enemigo hará cualquier cosa para sacarle de la presencia del Señor, pero es su responsabilidad el no hacerle caso.
El que no tenga paciencia para seguir esperando el cumplimiento de las promesas no alabará al Altísimo de verdad. ¿De qué sirve estar en la iglesia, oyendo hablar de gente que logró tener éxito, si se pasa la vida marcando el paso o andando hacia atrás? Sin duda, la culpa no es del Omnipotente, porque Él nos atiende a todos igual. Dios nos hizo para que anduviéramos con Él y prometió ir delante de nosotros para abrirnos camino (Isaías 45.2).
Tras cada victoria, el rey de Israel abría la boca en alabanzas al Altísimo. Haga lo mismo, aunque sean pequeñas cosas, porque al alabar a Dios verá como se le abren más puertas. Aunque todavía sea pequeño, no piense que es insignificante delante del Creador, porque Él siempre honró a los que Le honran. Así, para tener mucho éxito, cumpla los mandamientos de la Palabra.
El que quiere vencer debe usar esta fórmula. De nada sirve pasarse la vida cumpliendo preceptos de cualquier religión; al contrario, Una Actitud Sabia y Productiva es hacer lo que Dios le ha revelado. Los que creen en Jesús jamás se decepcionarán al andar por la fe. El tiempo pasa, pero el que hace la voluntad del Señor permanece para siempre (Salmos 125.1). Por lo tanto, siga la orientación divina y realícese completamente.
Renunciar a buscar a Dios, a esperar en Él o a luchar para ver que las circunstancias cambian, como se le dijo, es como firmar el recibo de la derrota. Firme solo su orden de fe, porque esta no dejará de ser honrada jamás. Es un engaño creer que el Padre no está oyendo su oración. Por eso, siga estando atento, porque Él le dirá lo que le falta hacer para que le responda.