Caminamos muchas veces con la tristeza doblada en el pequeño baúl de nuestras emociones. Las personas nos miran y entienden que somos felices porque escondemos nuestras verdades tras una sonrisa, que dice lo único que no es verdad. Buscamos en las pequeñas cosas cotidianas algo que nos levante un poco el ánimo, que solo esta sostenido por la necesidad de que nadie descubra cuan deprimidos estamos. De pronto se escucha un timbre, el teléfono, que con su peculiar alarido nos indica que alguien, nos dirá algo, nos pedirá algo o nos cobrará algo, ( en momentos de tristeza no pensamos nada positivo) Miramos ese lobo que aúlla esperando que lo acallemos levantando el auricular, y por un segundo pensamos si valdrá la pena dejarlo que se quede ronco gritando o que se canse regalándonos lo único que ansiamos en ese momento, el silencio. Pero siempre la Fuerza Suprema sabe como rescatarnos. Quizás al que se ahoga le lanza un madero que lo mantenga a flote. Al que se asfixia le regala una boca...
Reflexiones Cristianas Para Meditar en Cristo Jesús. Publicamos cada día una Reflexión Cristiana del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.