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¿De qué color son tus sueños?

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”, Heb. 12:1

persona sonando

En agosto del 2008, un corredor jamaiquino impuso un nuevo record en los 100 metros planos en las Olimpiadas de Beijing, con una marca de 9 segundos y 69 centésimas.

¿Cómo le hizo? No sólo fueron las horas de entrenamiento ni el tipo de alimentación que llevaba. Fue lo siguiente lo que le hicieron ganar:


1- La alegría con la que iba corriendo: aún antes de llegar a la meta, ¡ya iba celebrando! ¡Él decidió correr alegremente su carrera!

2- Corrió con las cintas de sus zapatos desatadas: siempre nos dijeron que no debíamos correr con las cintas de los zapatos sin ajustar.

3- Usó zapatos color oro: aún antes de iniciar la competencia, ¡él ya se veía de oro! Sus pies ya estaban vestidos del color de la medalla. En otras palabras, ya había ganado la carrera, aún antes de iniciarla.

Lecciones que nos deja este hombre para correr la carrera de la vida:


1- Vive tu vida, recorre tu carrera con alegría y permítete celebrar aún antes de llegar a la meta… ¡Y sigue corriendo! La felicidad no se experimenta solamente al llegar al destino. El viaje es parte de la diversión.

2- No te preocupes de romper algunas reglas que no son esenciales; Si él logró el record con las agujetas desatadas… Tú y yo podemos hacer nuestra carrera aunque no todo esté perfectamente en orden… ¡simplemente corre hacia la meta!

3- Tal vez lo más importante: que tu sueño sea del color de la realidad que estás visualizando en tu futuro, que tu futuro sea ya parte de tu presente. ¡Ya llegaste cuando te ves en la meta! En otras palabras, ¡PONTE LOS ZAPATOS DEL COLOR DE TU SUEÑO!

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