Ir al contenido principal

La Paz De Dios Estará Conmigo

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses 4:9

Cosa excelente es poder imitar a una persona con provecho, como por ejemplo al apóstol Pablo.

¡Ojalá pudiéramos imitarlo hoy y todos los días de nuestra vida!

Si con la ayuda de Dios ponemos en práctica las enseñanzas de Pablo, podemos reclamar el cumplimiento de la promesa que se nos hace en su exhortación.

¡Y qué promesa!

Dios, que ama la paz, que es el Autor de la paz y que inspira paz, estará con nosotros. «Paz a vosotros», he ahí una magnifica bendición.

Pero mucho más rica bendición es saber que con nosotros está el Dios de Paz.

De este modo tenemos el manantial con todos sus riachuelos, el Sol con todos sus rayos.

Si el Dios de paz está con nosotros, gozaremos de esta paz que sobrepuja todo entendimiento, aunque las circunstancias exteriores se conjuren para destruirla.

Y si con el pretexto de
extenderla abandonamos
la fe o nos apartamos del
camino de la justicia,
caeremos en un
gravísimo error


En las contiendas de los hombres, nosotros podremos convertirnos en pacificadores, si el autor de la paz está con nosotros.

La auténtica paz se halla en el camino de la verdad.

Y si con el pretexto de extenderla abandonamos la fe o nos apartamos del camino de la justicia, caeremos en un gravísimo error.

Ser primeramente puros y después pacíficos, tal es el orden de la sabiduría y de la verdad.

Mantengámonos en la senda trazada por Pablo, y el Dios de paz estará con nosotros como lo estuvo con el apóstol.

Hoy me siento seguro de la paz de Dios la cuál siempre me sostendrá.

Señor, Gracias por darme tu paz como un elemento sustentador de mi fe en el largo recorrido de la vida. Ayúdame a disfrutarla al máximo.

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

«Corazones agradables a Dios» 1

“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35   Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...

“El hombre del estanque”

“… ¿Quieres ser sano?”, Juan 5:6   El estanque de Betesda quedaba por el mercado de las ovejas; la explicación probable al movimiento del agua que ahí tenía lugar es que por debajo del mismo había una corriente de agua que de vez en cuando se agitaba y movía las aguas. La tradición judía atribuía a un ángel el que las aguas se agitaran y que la primera persona que entrara al estanque después de la agitación de las aguas, quedaría curada de cualquier enfermedad. Para el hombre de la historia (Juan 5:1 – 18) , era poco probable que por su enfermedad alguna vez llegara a ser el primero en entrar al estanque después de que se hubieran agitado las aguas. Además, no tenía a nadie que lo ayudara a entrar. Jesús no dio a este hombre una conferencia acerca de la superstición de esperar hasta que se agitaran las aguas. El único deseo de Jesús era sanarlo. Por otro lado, la larga enfermedad del hombre era un rasgo sobresaliente y significativo: treinta y ocho años de enfermedad indicaba desesper...