Ir al contenido principal

“Siervos inútiles”

“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha ido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”, Luc. 17:10

En cierta ocasión, Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron al Señor para hacerle una petición: ellos querían estar sentados en el cielo, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Evidentemente, ellos no sabían lo que pedían, por lo cual el Señor les dijo: “…el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir…” (Mar. 10:45). Muchos de nosotros anhelamos posiciones de prestigio, de honor, de reconocimiento; pero el mismo Señor Jesucristo nos dejó una enseñanza muy clara respecto a tales actitudes. En Juan 13:15 y 17 estaba Jesús con sus discípulos en la última cena cuando de repente se levantó y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. Después de que les hubo lavado los pies les preguntó: “¿Sabéis lo que os he hecho?”, y añadió: “Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. El mismo Señor Jesucristo nos dejó su ejemplo, el de servirnos unos a otros, para que hagamos igual. Y si lo hacemos, seremos BIENAVENTURADOS y Él nos honrará. La mayoría queremos la fama, el prestigio, los beneficios; pero pocos queremos SERVIR.
En el evangelio de Lucas encontramos el resto de esta enseñanza; no sólo debemos hacer lo que Él hizo: servir. Debemos tomar en cuenta algo más: el siervo que cumple con su deber, la persona que obedece y sirve, será llamado “siervo inútil”. No debemos olvidar que servir es un deber, un compromiso, una muestra de agradecimiento por el amor de Dios y sus bendiciones; pero, no obstante, cuando nos limitamos a hacer lo que Él nos mandó a hacer, somos simplemente siervos inútiles, porque sólo nos estamos limitando a hacer lo que debemos hacer. No hay mérito alguno en nosotros más allá de la simple obediencia. Él también lo hizo siendo además Rey, Señor, Maestro, Dios mismo. Ahora, si por hacer lo que debemos hacer somos llamados siervos inútiles, ¿Cómo nos llamará el Señor cuando no hacemos lo que debemos?
SERVIR debe ser el anhelo de nuestro corazón
EJEMPLO nos dio Jesús al venir a servirnos, siendo Dios y Rey
BIENAVENTURADOS seremos llamados si hacemos lo que Él nos manda a hacer
ACTITUD es la palabra clave para servir: ¿Con qué actitud voy a hacer las cosas? ¿Enojados, por sobresalir, a fuerzas, renegando, por imposición o con todo el corazón? Si no lo vamos a hacer con la actitud correcta…MEJOR NO LO HAGAMOS, porque así no cuenta, de nada sirve.

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

«Corazones agradables a Dios» 1

“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35   Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...

“El hombre del estanque”

“… ¿Quieres ser sano?”, Juan 5:6   El estanque de Betesda quedaba por el mercado de las ovejas; la explicación probable al movimiento del agua que ahí tenía lugar es que por debajo del mismo había una corriente de agua que de vez en cuando se agitaba y movía las aguas. La tradición judía atribuía a un ángel el que las aguas se agitaran y que la primera persona que entrara al estanque después de la agitación de las aguas, quedaría curada de cualquier enfermedad. Para el hombre de la historia (Juan 5:1 – 18) , era poco probable que por su enfermedad alguna vez llegara a ser el primero en entrar al estanque después de que se hubieran agitado las aguas. Además, no tenía a nadie que lo ayudara a entrar. Jesús no dio a este hombre una conferencia acerca de la superstición de esperar hasta que se agitaran las aguas. El único deseo de Jesús era sanarlo. Por otro lado, la larga enfermedad del hombre era un rasgo sobresaliente y significativo: treinta y ocho años de enfermedad indicaba desesper...