COLÉRICO
• Son extremadamente hostiles; es posible que siempre sufran una erupción de violencia. Si su fuerte voluntad no es llevada bajo control mediante disciplina desarrollan hábitos irascibles que los abruman toda su vida
• No tardan mucho en aprender que los demás están amedrentados ante sus explosiones de ira, y así usan la ira como arma para conseguir lo que desean…su voluntad
• Puede provocar dolor a otros y disfrutarlo; es de los que da portazos, golpes en la mesa y bocinazos. Nadie hace comentarios más cáusticos que un colérico sarcástico. Por lo general está preparado con algún comentario constante que puede marchitar a los inseguros y devastar a los menos combativos
• No duda en desdeñar a quien sea o destrozarlo moralmente. Es feliz cuando descubre que la lengua es o bien una terrible arma de destrucción o una herramienta de curación. La rapidez de sus palabras y su espíritu irascible se combinan con frecuencia para hacer de él un hombre muy blasfemo
• Es el menos afectuoso de los temperamentos, por ello se vuelve emocionalmente espasmódico ante el pensamiento de cualquier exhibición pública de emoción. Para él, el afecto marital significa un beso en la boda y en cada quinto aniversario. Su rigidez emocional raramente le permite la expresión del llanto. Tiene la tendencia a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado con sus sentimientos
• Su natural determinación puede hacerlo obstinado y terco. Se decide rápidamente y una vez que se ha decidido es casi imposible de cambiar. Una de sus características indeseables es su inclinación a ser astuto si es necesario para conseguir sus propósitos.
• Rara vez acepta un no como respuesta; a menudo recurre a cualquier medio necesario para la consecución de sus propósitos. Encuentra delicioso tomar decisiones por otras personas, forzándolas a doblarse ante su voluntad. Si trabajas para un colérico pocas veces te preguntaras qué es lo que quiere que hagas, porque te lo dice cinco veces antes de las ocho y media de la mañana, y por lo general a gritos
• Sus mayores debilidades son sus rasgos de dureza, ira, impetuosidad y autosuficiencia. Puede tornarse violentamente iracundo y atesorar su rencor por largo tiempo; son famosos por su espíritu vengativo y son capaces de llegar a cualquier extremo para desquitarse de quien le ha cometido una injusticia
• Son propensos a adquirir úlceras antes de los cuarenta años; entristecen al Espíritu Santo debido a su amargura, enojo y cólera. Le resulta casi imposible pedir disculpas, siendo en su lugar cruel, descortés, sarcástico e hiriente a más no poder
• Unos cuantos éxitos lo transforman en una persona orgullosa, arrogante y dominadora, al grado de hacerlo insoportable. Aún después de su conversión a Cristo le resulta difícil depender del Señor; es el que más necesita de los frutos del Espíritu: amor, paz, benignidad, paciencia, mansedumbre y bondad
• Son extremadamente hostiles; es posible que siempre sufran una erupción de violencia. Si su fuerte voluntad no es llevada bajo control mediante disciplina desarrollan hábitos irascibles que los abruman toda su vida
• No tardan mucho en aprender que los demás están amedrentados ante sus explosiones de ira, y así usan la ira como arma para conseguir lo que desean…su voluntad
• Puede provocar dolor a otros y disfrutarlo; es de los que da portazos, golpes en la mesa y bocinazos. Nadie hace comentarios más cáusticos que un colérico sarcástico. Por lo general está preparado con algún comentario constante que puede marchitar a los inseguros y devastar a los menos combativos
• No duda en desdeñar a quien sea o destrozarlo moralmente. Es feliz cuando descubre que la lengua es o bien una terrible arma de destrucción o una herramienta de curación. La rapidez de sus palabras y su espíritu irascible se combinan con frecuencia para hacer de él un hombre muy blasfemo
• Es el menos afectuoso de los temperamentos, por ello se vuelve emocionalmente espasmódico ante el pensamiento de cualquier exhibición pública de emoción. Para él, el afecto marital significa un beso en la boda y en cada quinto aniversario. Su rigidez emocional raramente le permite la expresión del llanto. Tiene la tendencia a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado con sus sentimientos
• Su natural determinación puede hacerlo obstinado y terco. Se decide rápidamente y una vez que se ha decidido es casi imposible de cambiar. Una de sus características indeseables es su inclinación a ser astuto si es necesario para conseguir sus propósitos.
• Rara vez acepta un no como respuesta; a menudo recurre a cualquier medio necesario para la consecución de sus propósitos. Encuentra delicioso tomar decisiones por otras personas, forzándolas a doblarse ante su voluntad. Si trabajas para un colérico pocas veces te preguntaras qué es lo que quiere que hagas, porque te lo dice cinco veces antes de las ocho y media de la mañana, y por lo general a gritos
• Sus mayores debilidades son sus rasgos de dureza, ira, impetuosidad y autosuficiencia. Puede tornarse violentamente iracundo y atesorar su rencor por largo tiempo; son famosos por su espíritu vengativo y son capaces de llegar a cualquier extremo para desquitarse de quien le ha cometido una injusticia
• Son propensos a adquirir úlceras antes de los cuarenta años; entristecen al Espíritu Santo debido a su amargura, enojo y cólera. Le resulta casi imposible pedir disculpas, siendo en su lugar cruel, descortés, sarcástico e hiriente a más no poder
• Unos cuantos éxitos lo transforman en una persona orgullosa, arrogante y dominadora, al grado de hacerlo insoportable. Aún después de su conversión a Cristo le resulta difícil depender del Señor; es el que más necesita de los frutos del Espíritu: amor, paz, benignidad, paciencia, mansedumbre y bondad