“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”, Heb. 10:23
SEGUNDO CASO: Eliseo y Joás (2ª Reyes 13:14 a 19)
Joás era el rey de Israel en ese momento y descendió a Eliseo cuando éste se encontraba ya muy enfermo. Eliseo le da instrucciones claras y le dice que ponga sus manos sobre un arco, que abra la ventana que daba al oriente y que tirara del arco; Eliseo mismo colocó sus manos sobre las del rey y profetizó al momento de tirar del arco. PERO le vuelve a dar instrucciones. Le dice que tome las saetas y que GOLPEE LA TIERRA. El rey la golpeó tres veces y se DETUVO. Entonces Eliseo, enojado, le dice: “al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria” (v. 19).
Si Joás hubiera seguido golpeando la tierra, si hubiera permanecido, hubiera tenido VICTORIA TOTAL, pero como se quedó a medio camino, sólo obtuvo una VICTORIA PARCIAL.
¿Cuántas veces nos conformamos con victorias parciales? Por no insistir, por bajar la guardia. Si PERMANECEMOS obtendremos la victoria total. El reto para nosotros es: NO BAJES LA GUARDIA. Tenemos una victoria que obtener. En ocasiones el desánimo, la desesperanza, el desaliento, el sentirnos derrotados antes de tiempo nos hace quedarnos a medio camino, con una victoria parcial. ¡GOLPEA LA TIERRA! ¡SIGUE! No perdamos la victoria por no seguir golpeando; no nos conformemos con una victoria parcial, por no seguir.
TERCER CASO: Moisés (Éxodo 17:8 a 13)
El pueblo de Israel se encontraba acampando en Refidim cuando fueron atacados por los de Amalec. Moisés da instrucciones a Josué, mientras él sube a la cumbre del collado. Estando ahí, sucedía que cuando Moisés alzaba su mano Israel prevalecía sobre Amalec; pero cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
Moisés tenía en su mano la vara de Dios. se dio cuenta de que al levantarla, Israel prevalecía. La consigna entonces era: ¡NO BAJES LA GUARDIA!
Aun cuando Moisés se cansó y sus manos se entumecían, no debía bajar la guardia porque eso significaría la DERROTA. Moisés permaneció con la vara en alto hasta obtener la victoria.
Cuantas veces el enemigo ha venido en contra nuestra con luchas y guerras. Si hemos bajado la guardia, el enemigo ha prevalecido y nos ha derrotado. Nuestro reto hoy y día tras día es: NO BAJES LA GUARDIA. Ya Dios nos ha dado la victoria sobre el enemigo; Él nos ha dado la victoria en cada lucha, en cada guerra espiritual… ¡NO BAJES LA GUARDIA! No dejes que el enemigo prevalezca y te derrote. Somos más que vencedores en Cristo Jesús.
Continuará…
SEGUNDO CASO: Eliseo y Joás (2ª Reyes 13:14 a 19)
Joás era el rey de Israel en ese momento y descendió a Eliseo cuando éste se encontraba ya muy enfermo. Eliseo le da instrucciones claras y le dice que ponga sus manos sobre un arco, que abra la ventana que daba al oriente y que tirara del arco; Eliseo mismo colocó sus manos sobre las del rey y profetizó al momento de tirar del arco. PERO le vuelve a dar instrucciones. Le dice que tome las saetas y que GOLPEE LA TIERRA. El rey la golpeó tres veces y se DETUVO. Entonces Eliseo, enojado, le dice: “al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria” (v. 19).
Si Joás hubiera seguido golpeando la tierra, si hubiera permanecido, hubiera tenido VICTORIA TOTAL, pero como se quedó a medio camino, sólo obtuvo una VICTORIA PARCIAL.
¿Cuántas veces nos conformamos con victorias parciales? Por no insistir, por bajar la guardia. Si PERMANECEMOS obtendremos la victoria total. El reto para nosotros es: NO BAJES LA GUARDIA. Tenemos una victoria que obtener. En ocasiones el desánimo, la desesperanza, el desaliento, el sentirnos derrotados antes de tiempo nos hace quedarnos a medio camino, con una victoria parcial. ¡GOLPEA LA TIERRA! ¡SIGUE! No perdamos la victoria por no seguir golpeando; no nos conformemos con una victoria parcial, por no seguir.
TERCER CASO: Moisés (Éxodo 17:8 a 13)
El pueblo de Israel se encontraba acampando en Refidim cuando fueron atacados por los de Amalec. Moisés da instrucciones a Josué, mientras él sube a la cumbre del collado. Estando ahí, sucedía que cuando Moisés alzaba su mano Israel prevalecía sobre Amalec; pero cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
Moisés tenía en su mano la vara de Dios. se dio cuenta de que al levantarla, Israel prevalecía. La consigna entonces era: ¡NO BAJES LA GUARDIA!
Aun cuando Moisés se cansó y sus manos se entumecían, no debía bajar la guardia porque eso significaría la DERROTA. Moisés permaneció con la vara en alto hasta obtener la victoria.
Cuantas veces el enemigo ha venido en contra nuestra con luchas y guerras. Si hemos bajado la guardia, el enemigo ha prevalecido y nos ha derrotado. Nuestro reto hoy y día tras día es: NO BAJES LA GUARDIA. Ya Dios nos ha dado la victoria sobre el enemigo; Él nos ha dado la victoria en cada lucha, en cada guerra espiritual… ¡NO BAJES LA GUARDIA! No dejes que el enemigo prevalezca y te derrote. Somos más que vencedores en Cristo Jesús.
Continuará…