Ir al contenido principal

Preparando el Altar para el Fuego (2)



F- Lucha contra la desesperación y usa tu autoridad para ver milagros: cuando salgas a ministrar, ¡espera milagros! Los que sirven a Dios deben luchar contra la desolación que existe en el mundo. Elías le dijo a la viuda no temas; se necesitan siervos que se levanten con autoridad
G- Rechaza la auto conmiseración y el fatalismo: v. 17, Dios ya había hecho un milagro de provisión, después de esa provisión el hijo de la viuda enferma y muere; algunos toleran las primeras pruebas pero en las segundas se derrumban. Para Elías, las pruebas fueron cada vez más difíciles, pero no destruyeron su ministerio. La viuda lo culpa por su desgracia, v. 18; antes de que venga un avivamiento o algo grande de Dios, el diablo vendrá a ver si puede destruirnos emocionalmente. ¿Estamos preparados para pagar el precio? ¿Estamos listos para mantenernos firmes aún cuando todo a nuestro alrededor se caiga? ¿Tenemos la clase de fe que puede perseverar? V. 19-24, ¿Por qué permitió Dios que sucedieran todas estas cosas? Porque Él quería que Elías dependiera completamente de Él y que la viuda lo reconociera. Después de esto, Elías fue al rey Acab, convocó al pueblo, preparó el altar y el fuego de Dios cayó; Israel se volvió a Dios y en un día la religión de la nación cambió y ¡LA LLUVIA COMENZÓ A CAER!

CONCLUSION

• La clave para la vida sobrenatural = ESTAR DISPONIBLE
• Dios está buscando personas que estén dispuestas a decir: “Señor, me entrego a ti el 100%”
• Dios quiere usarnos
• No sé en que parte del proceso te encuentras: ¡Él te está preparando!
• Los que digan: “Cuenta conmigo, Señor”, son los que Él va a utilizar en el avivamiento que viene
• ¿Estás dispuesto?
• ¿Quieres ser usado?
• Él desea poner en ti una resistencia que nunca antes has conocido; Él desea hacerte fiel, fuerte y firme hasta el último día de tu vida

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...