“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”, Rom. 13:11
El entusiasmo es imprescindible para vivir la vida cristiana, para servir a Dios y para todo lo que hagamos. En la Biblia tenemos algunos ejemplos de personas que perdieron el entusiasmo y cuáles fueron las consecuencias:
ü En Lucas 22 leemos que el Señor se llevó a Pedro, Jacobo y Juan al huerto y les pidió que oraran con él, pero Pedro se durmió. ¿Qué entusiasmo puede haber en una persona que se duerme en medio de una conversación importante? ¿Cómo se sentirían ustedes si se dan cuenta que la persona con la que están hablando no les está prestando atención? La falta de entusiasmo fue la que empezó a hundir a Pedro porque quizás pensó que todo se había acabado. Esa falta de entusiasmo lo fue separando del Señor para sólo seguirlo de lejos.
ü Otro ejemplo lo tenemos en Jacob y Esaú; Esaú tenía el derecho a recibir todas las bendiciones por ley, por ser el primogénito, pero no las deseaba, las tuvo en poco; en cambio, Jacob no tenía el derecho pero lo anhelaba en su corazón. Cuando alguien hace algo de corazón, se nota.
ü Elías era un hombre de fe, retó a más de 400 profetas de Baal y ese mismo día los degolló, pero cuando Jezabel lo andaba buscando éste se escondió, lloró, perdió el entusiasmo y le pidió a Dios que le quitara la vida (1ª Reyes 19).
ü Juan el Bautista fue un tremendo predicador; el mismo Señor Jesucristo lo elogió porque nadie le hablaba a los hombres en esa época como Juan, pero cuando estaba en la cárcel perdió el entusiasmo, dudó y se deprimió
Ahora estamos más cerca de la meta que cuando comenzamos; por tanto, ya que Cristo está tan cerca debemos sacar nuestras últimas fuerzas y no sentarnos en el camino a observar cómo los otros nos pasan por un lado. En una carrera, los corredores no usan todas sus energías al principio de la misma, sino que las reservan para las últimas vueltas de la carrera. Estamos en las últimas vueltas de la carrera y no es tiempo para aflojar el paso, sino de cobrar ánimo.
Remedios para recuperar el entusiasmo:
· Clamar: Bartimeo clamó; David perdió el entusiasmo en muchas ocasiones y clamaba a Dios. en las emergencias hay que clamar a Dios.
*Tener bien definido quién es Dios: la gente se quita la vida por la falta de seguridad; la inseguridad viene por no conocer bien a Dios o no creerle a Él o a Su Palabra. Debemos tener presente todo el tiempo que ÉL ES DIOS, que ÉL DESEA LO MEJOR PARA NOSOTROS, que SU PERFECTA VOLUNTAD PARA NOSOTROS ES BENDECIRNOS, que ÉL TIENE TODO BAJO CONTROL y que lo único que nos pide es que le creamos.
El entusiasmo es imprescindible para vivir la vida cristiana, para servir a Dios y para todo lo que hagamos. En la Biblia tenemos algunos ejemplos de personas que perdieron el entusiasmo y cuáles fueron las consecuencias:
ü En Lucas 22 leemos que el Señor se llevó a Pedro, Jacobo y Juan al huerto y les pidió que oraran con él, pero Pedro se durmió. ¿Qué entusiasmo puede haber en una persona que se duerme en medio de una conversación importante? ¿Cómo se sentirían ustedes si se dan cuenta que la persona con la que están hablando no les está prestando atención? La falta de entusiasmo fue la que empezó a hundir a Pedro porque quizás pensó que todo se había acabado. Esa falta de entusiasmo lo fue separando del Señor para sólo seguirlo de lejos.
ü Otro ejemplo lo tenemos en Jacob y Esaú; Esaú tenía el derecho a recibir todas las bendiciones por ley, por ser el primogénito, pero no las deseaba, las tuvo en poco; en cambio, Jacob no tenía el derecho pero lo anhelaba en su corazón. Cuando alguien hace algo de corazón, se nota.
ü Elías era un hombre de fe, retó a más de 400 profetas de Baal y ese mismo día los degolló, pero cuando Jezabel lo andaba buscando éste se escondió, lloró, perdió el entusiasmo y le pidió a Dios que le quitara la vida (1ª Reyes 19).
ü Juan el Bautista fue un tremendo predicador; el mismo Señor Jesucristo lo elogió porque nadie le hablaba a los hombres en esa época como Juan, pero cuando estaba en la cárcel perdió el entusiasmo, dudó y se deprimió
Ahora estamos más cerca de la meta que cuando comenzamos; por tanto, ya que Cristo está tan cerca debemos sacar nuestras últimas fuerzas y no sentarnos en el camino a observar cómo los otros nos pasan por un lado. En una carrera, los corredores no usan todas sus energías al principio de la misma, sino que las reservan para las últimas vueltas de la carrera. Estamos en las últimas vueltas de la carrera y no es tiempo para aflojar el paso, sino de cobrar ánimo.
Remedios para recuperar el entusiasmo:
· Clamar: Bartimeo clamó; David perdió el entusiasmo en muchas ocasiones y clamaba a Dios. en las emergencias hay que clamar a Dios.
*Tener bien definido quién es Dios: la gente se quita la vida por la falta de seguridad; la inseguridad viene por no conocer bien a Dios o no creerle a Él o a Su Palabra. Debemos tener presente todo el tiempo que ÉL ES DIOS, que ÉL DESEA LO MEJOR PARA NOSOTROS, que SU PERFECTA VOLUNTAD PARA NOSOTROS ES BENDECIRNOS, que ÉL TIENE TODO BAJO CONTROL y que lo único que nos pide es que le creamos.