“La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos”, Hageo 2:9
Dios ha prometido un gran avivamiento; su perfecta voluntad es que tengamos una vida en plenitud. Para eso, Él nos dejó al Espíritu Santo, nuestro ayudador, para que vivamos libres, plenos, exitosos, en victoria.
1- La gloria postrera mejor que la primera (2ª Cro. 2:1 y 2): David juntó el equivalente a dos millones de dólares para construir el templo. Salomón, su hijo, lo llevó a cabo con 150,000 hombres trabajando y 3,000 vigilando; la reconstrucción duró siete años y medio. La inauguración del templo duró siete días y la gloria de Dios descendió. Después de esto, el pueblo y Salomón se apartaron de Dios, los de Babilonia destruyeron todo, incluido el templo. Dios levantó a Hageo para que reconstruyera el templo: el doble de espacio, pero no tan majestuoso ni elegante. Hoy, la Mezquita de Omar está en su lugar.
2- El postrer Adán mejor que el primero (Gén. 1:27; 2:7; 5:1): en el libro de Génesis vemos la creación del hombre; pero, a partir del capítulo tres viene la caída del hombre. Dios tuvo que levantar un segundo Adán = Cristo (Rom. 5:12, 14 y 18; 1ª Cor. 15:21 y 22, 45 y 47).
3- El postrer estado de Job fue mayor que el primero (Job 1:1 – 3; 8:5 – 7; 42:12): en el capítulo 42 vemos como Dios le da doble de TODO:
Antes 7,000 ovejas – después 14 mil
Antes 3,000 camellos – después 6 mil
Antes 500 yuntas de bueyes – después mil
Antes 500 asnas – después mil
Antes 7 hijos y 3 hijas (malos) – después 7 hijos, 3 hijas hermosas, nietos, bisnietos y tataranietos
4- El postrer vino es mejor que el primero (Juan 2:1 – 10): el buen vino fue dejado para lo último.
5- El postrer derramamiento del Espíritu Santo será mayor que el primero (Is. 32:15; 35:1 – 10; 44:3; Joel 2:28 y 29): Dios prometió un derramamiento de Su Espíritu Santo sobre TODOS. En Hechos 2:1 – 4; 14 – 17 tenemos el cumplimiento de la profecía y lo que produjo el derramamiento del Espíritu Santo. El postrer derramamiento será mayor que el de la iglesia primitiva.
Si queremos vivir una vida plena necesitamos el poder del Espíritu Santo. Separados de Él nada podemos hacer. Su perfecta voluntad es que tengamos vidas en plenitud, 3ª Juan 2
Dios ha prometido un gran avivamiento; su perfecta voluntad es que tengamos una vida en plenitud. Para eso, Él nos dejó al Espíritu Santo, nuestro ayudador, para que vivamos libres, plenos, exitosos, en victoria.
1- La gloria postrera mejor que la primera (2ª Cro. 2:1 y 2): David juntó el equivalente a dos millones de dólares para construir el templo. Salomón, su hijo, lo llevó a cabo con 150,000 hombres trabajando y 3,000 vigilando; la reconstrucción duró siete años y medio. La inauguración del templo duró siete días y la gloria de Dios descendió. Después de esto, el pueblo y Salomón se apartaron de Dios, los de Babilonia destruyeron todo, incluido el templo. Dios levantó a Hageo para que reconstruyera el templo: el doble de espacio, pero no tan majestuoso ni elegante. Hoy, la Mezquita de Omar está en su lugar.
2- El postrer Adán mejor que el primero (Gén. 1:27; 2:7; 5:1): en el libro de Génesis vemos la creación del hombre; pero, a partir del capítulo tres viene la caída del hombre. Dios tuvo que levantar un segundo Adán = Cristo (Rom. 5:12, 14 y 18; 1ª Cor. 15:21 y 22, 45 y 47).
3- El postrer estado de Job fue mayor que el primero (Job 1:1 – 3; 8:5 – 7; 42:12): en el capítulo 42 vemos como Dios le da doble de TODO:
Antes 7,000 ovejas – después 14 mil
Antes 3,000 camellos – después 6 mil
Antes 500 yuntas de bueyes – después mil
Antes 500 asnas – después mil
Antes 7 hijos y 3 hijas (malos) – después 7 hijos, 3 hijas hermosas, nietos, bisnietos y tataranietos
4- El postrer vino es mejor que el primero (Juan 2:1 – 10): el buen vino fue dejado para lo último.
5- El postrer derramamiento del Espíritu Santo será mayor que el primero (Is. 32:15; 35:1 – 10; 44:3; Joel 2:28 y 29): Dios prometió un derramamiento de Su Espíritu Santo sobre TODOS. En Hechos 2:1 – 4; 14 – 17 tenemos el cumplimiento de la profecía y lo que produjo el derramamiento del Espíritu Santo. El postrer derramamiento será mayor que el de la iglesia primitiva.
Si queremos vivir una vida plena necesitamos el poder del Espíritu Santo. Separados de Él nada podemos hacer. Su perfecta voluntad es que tengamos vidas en plenitud, 3ª Juan 2