“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”. Habacuc 2:3
Con mucha tristeza y con gran dolor del corazón les escribo esto:
CRISTO NO VENDRÁ HOY.
(Publicado un día antes).
En los últimos tiempos han menudeado los grupos y personas que anuncian la venida de Jesús para determinadas fechas de este año 2011.Primero fue el predicador Harold Camping, quien daba la fecha del "rapto de la iglesia"; ahora, un ministerio independiente llamado “La verdad eterna” lo anuncia para el 15 de Octubre; es decir, para hoy.
La tristeza que siento se debe a que no pueda compartir sus expectativas, porque no las hacen fundados en la segura palabra profética. Los que esperamos a nuestro Salvador no necesitamos depender de fechas ni regirnos por la excitación.
Se nos ordenó humillar nuestro corazón y predicar su retorno, no salir a asustar a nadie ni a alentar falsas esperanzas. Su regreso nos debería encontrar trabajando arduamente por la salvación de otros y velando en oración.
Nada me gustaría más que anunciar a todos que Cristo viene hoy.
Pero tal acontecimiento merece un crítico escrutinio del propio corazón que lleve a la entrega de todo aquello que nos une al mundo y nos separa de nuestro Dios.
No existe nada que pueda superar la importancia de nuestra bienaventurada esperanza. Ningún otro anuncio puede llenar nuestro corazón de gozo perfecto y santa paz.
¿Qué sucederá cuando el venga?
El Señor vendrá a buscar a sus ovejas, a terminar con el poder del pecado y a llevarnos con él a las mansiones del cielo para vivir por la eternidad libres de todo el mal que hoy impera, sin lágrimas, sin dolor, sin tristeza, enfermedades, muerte o tristes despedidas ¿Qué sincero cristiano no desearía esto con todo el alma?
El dolor en el corazón, lo siento por la mayoría de las respuestas que provocó tal anuncio entre los cristianos:
Incredulidad, burlas, insultos, groserías, descalificaciones, ironías, además de expresiones de soberbia y orgullo espiritual al tono de “tu eres un ignorante y yo soy el que tiene la verdad”.
Incredulidad, burlas, insultos, groserías, descalificaciones, ironías, además de expresiones de soberbia y orgullo espiritual al tono de “tu eres un ignorante y yo soy el que tiene la verdad”.
Lamentable.
Más lamentable todavía porque revela que muchos de los cristianos que participan en la web no conocen el verdadero espíritu de su Señor, que reprendía el pecado pero dejaba siempre a salvo el honor del pecador.
¿No deberían recordar las reiteradas veces que la Biblia condena esta actitud?
- “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos” (Oseas 6:6).
- “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mateo 9:13).
- “Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes” (Mateo 12:7).
¿No tendrían que haber mostrado el espíritu de Bernabé, quien trajo a la iglesia al cuestionado Pablo, ayudándolo a convertirse en el gran apóstol a los gentiles ¿No deberían dejar algo de espacio para la misericordia en todos los casos, por más desesperados que parezcan?
La Escritura aconseja como tratar con aquellos que están en el error (por lo menos a nuestro criterio). “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”. Judas 20-23
De seguro no habrá un arrebatamiento, pues Cristo regresará a la vista de todos los seres humanos buenos y malos; no tendría objeto tampoco llevarse sus fieles por la trastienda y dejar el mundo en manos de Satanás; pues así él conseguiría lo que reclamaba desde el principio, y que ofreció a Cristo en el desierto de la tentación.
Tampoco vendrá para inaugurar un milenio de paz temporal. Su intención es “hacer nuevas todas las cosas”, no calzar un simple parche en la situación social y política.
Él vendrá, pero no para responder a las ideas preconcebidas de los evangélicos, protestantes, católicos ni aún de los adventistas (¿?). Lo hará en sus propios términos y en el tiempo que tiene designado desde la eternidad.
Vendrá -eso sí-, a buscar ovejas; las que están en el verdadero redil, y también las que todavía están fuera de él.
Vendrá para que todo el universo pueda ser testigo de su victoria, para quitar toda duda sobre su justicia y erradicar el pecado por toda la eternidad.
Pero para ello necesita una iglesia que represente perfectamente su carácter de amor ante las más severas pruebas, con la fe y la entrega de los mártires.
Una iglesia que arda de amor por las almas que Jesús compró al precio de su sangre bendita, “a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. ” (Efesios 5:27)
Noble ideal que todavía no hemos alcanzado; por esto todavía estamos aquí.
Termino mis pensamientos con la cita que puse en primer lugar en mi blog:
“Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendrá él para reclamarlos como suyos”.
Esperemos al Salvador con fe perfecta. Él vendrá muy pronto tal como lo prometió, aunque no venga hoy.
Yo así lo creo