Sientes mariposa en el estómago, escalofríos en todo el cuerpo cada vez que se presenta frente a ti. No puedes pensar ni razonar, su presencia trastorna todas tus emociones. Sí, a todos nos ha pasado, es parte de nuestra humanidad.
Las emociones se vuelven incontrolables, pues se mezclan entre la ilusión y la pasión. Podría afirmar que cada uno de los seres humanos hemos experimentado ambas sensaciones y podría decir que nos hacen sentir flotando en medio de una aparente alegría y felicidad. Ahí puede llegar el enamoramiento.
Sin embargo, hay que establecer la diferencia entre lo que es pasión, una ilusión pasajera y lo que es el amor verdadero. La pasión es una emoción intensa y profunda que evoca un gran deseo carnal y sexual de una persona hacia otra. Lleva en sí excitación por lo que se puede experimentar una actitud desenfrenada que es imposible controlar, esa emoción domina la voluntad. Por lo tanto, el individuo se deja llevar por los sentimientos sin razonar en las posibles consecuencias de sus actos (http://es.thefreedictionary.com/pasional).
La ilusión es como un sueño, una fantasía, algo irreal. El diccionario the free dictionary la define como una falsa percepción que es causada por una interpretación errónea de los sentidos. De otro lado, está el amor, un sentimiento profundo que experimentamos por esa persona especial. Claro, hay diferentes tipos de amor: el que sentimos por la pareja, nuestros padres, hermanos, amigos, etc. En este caso hablaremos del amor entre parejas, principalmente en el noviazgo.
Ahora bien, no quiero condenar a la ilusión y la pasión porque son sentimientos que vamos a experimentar. Inclusive, podría afirmar que antes de enamorarnos y poder expresar el verdadero amor lo que existe es una ilusión, un deseo de que esa persona te corresponda. También, nuestro cuerpo responde a ciertos estímulos y por lo tanto, la pasión se llega a sentir. Podemos decir que es necesaria, pero hay que saber controlarla. No obstante, en un matrimonio hace falta que se mantenga vivo cierto grado de pasión.
De la misma manera, te puedo decir que tanto la pasión como la ilusión buscan la satisfacción individual más allá de la colectiva. Es ahí donde está el problema, ya que la relación se vuelve una pasional donde aflora únicamente el deseo sexual y se pierde la razón de ser de una pareja que se profesa amor.
En cuanto a las pasiones juveniles, la biblia advierte:
No quiero decir que no experimentes lo que es la ilusión y la pasión. Pues la misma palabra de Dios recomienda:
Recuerda que el dejarnos llevar por las emociones del momento puede traer consecuencias lamentables. Es importante que no saltes las etapas y que en el noviazgo sepas identificar el verdadero amor. Ese sentimiento hermoso que no busca satisfacer sus deseos, que piensa primero en el bienestar del otro y con el pasar del tiempo crece, madura y permanece.
Ya lo establece la biblia:
Si te encuentras en una relación sentimental, evalúa bien qué es lo que sientes: amor, ilusión o pasión. Luego de que analices, busca siempre el verdadero amor, ese que no brinca etapas y que controla sus emociones y deseos pasionales por el bienestar del noviazgo. Una vez unan sus vidas en matrimonio disfrutarán de una relación sexual hermosa, pues se comprometieron por amor y no únicamente por deseo sexual. Así que espera el momento preciso para disfrutar tu sexualidad con esa persona que estará a tu lado hasta que la muerte los separe, según lo dicta la palabra de Dios.
Leyendo otros blogs encontré esta entrada que complementa lo que expongo en el tema. El título es Hablemos del amor de Rebeca Reynaud.
Escrito Por: Elizabeth Vargas
Fuente Original: jovenesdiferentespr.com
Las emociones se vuelven incontrolables, pues se mezclan entre la ilusión y la pasión. Podría afirmar que cada uno de los seres humanos hemos experimentado ambas sensaciones y podría decir que nos hacen sentir flotando en medio de una aparente alegría y felicidad. Ahí puede llegar el enamoramiento.
Sin embargo, hay que establecer la diferencia entre lo que es pasión, una ilusión pasajera y lo que es el amor verdadero. La pasión es una emoción intensa y profunda que evoca un gran deseo carnal y sexual de una persona hacia otra. Lleva en sí excitación por lo que se puede experimentar una actitud desenfrenada que es imposible controlar, esa emoción domina la voluntad. Por lo tanto, el individuo se deja llevar por los sentimientos sin razonar en las posibles consecuencias de sus actos (http://es.thefreedictionary.com/pasional).
La ilusión es como un sueño, una fantasía, algo irreal. El diccionario the free dictionary la define como una falsa percepción que es causada por una interpretación errónea de los sentidos. De otro lado, está el amor, un sentimiento profundo que experimentamos por esa persona especial. Claro, hay diferentes tipos de amor: el que sentimos por la pareja, nuestros padres, hermanos, amigos, etc. En este caso hablaremos del amor entre parejas, principalmente en el noviazgo.
Ahora bien, no quiero condenar a la ilusión y la pasión porque son sentimientos que vamos a experimentar. Inclusive, podría afirmar que antes de enamorarnos y poder expresar el verdadero amor lo que existe es una ilusión, un deseo de que esa persona te corresponda. También, nuestro cuerpo responde a ciertos estímulos y por lo tanto, la pasión se llega a sentir. Podemos decir que es necesaria, pero hay que saber controlarla. No obstante, en un matrimonio hace falta que se mantenga vivo cierto grado de pasión.
De la misma manera, te puedo decir que tanto la pasión como la ilusión buscan la satisfacción individual más allá de la colectiva. Es ahí donde está el problema, ya que la relación se vuelve una pasional donde aflora únicamente el deseo sexual y se pierde la razón de ser de una pareja que se profesa amor.
En cuanto a las pasiones juveniles, la biblia advierte:
“Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio“. (2da Timoteo 2:22).
No quiero decir que no experimentes lo que es la ilusión y la pasión. Pues la misma palabra de Dios recomienda:
“Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo“. (Eclesiastés 11: 9-10)
Recuerda que el dejarnos llevar por las emociones del momento puede traer consecuencias lamentables. Es importante que no saltes las etapas y que en el noviazgo sepas identificar el verdadero amor. Ese sentimiento hermoso que no busca satisfacer sus deseos, que piensa primero en el bienestar del otro y con el pasar del tiempo crece, madura y permanece.
Ya lo establece la biblia:
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue…” (1 Corintios 13: 4 – 8a)
Si te encuentras en una relación sentimental, evalúa bien qué es lo que sientes: amor, ilusión o pasión. Luego de que analices, busca siempre el verdadero amor, ese que no brinca etapas y que controla sus emociones y deseos pasionales por el bienestar del noviazgo. Una vez unan sus vidas en matrimonio disfrutarán de una relación sexual hermosa, pues se comprometieron por amor y no únicamente por deseo sexual. Así que espera el momento preciso para disfrutar tu sexualidad con esa persona que estará a tu lado hasta que la muerte los separe, según lo dicta la palabra de Dios.
Leyendo otros blogs encontré esta entrada que complementa lo que expongo en el tema. El título es Hablemos del amor de Rebeca Reynaud.
Escrito Por: Elizabeth Vargas
Fuente Original: jovenesdiferentespr.com