Ir al contenido principal

ESTUDIO SOBRE EFESIOS 1

ESTUDIO SOBRE EFESIOS 1

“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Efesios 1:18

En  esta serie de estudios sobre el libro de Efesios, exploraremos algo de la enorme riqueza de esta epístola de Pablo. Sería bueno leer todo el capítulo primero en diferentes versiones, sobre todo en las más modernas que son de fácil lectura (aunque en estas se pierda un poco la belleza del estilo literario).

Una de las cosas que me hizo difícil su lectura, es que el apóstol usa un lenguaje complejo y lleno de superlativos y palabras compuestas como “sobreabundar” y “supereminente”. Y esto es así en razón del tema que encara; nada menos que llegar a conocer el misterio de la voluntad divina.

Hay tres palabras clave en este capítulo:

  • ALABANZA (vs. 6,12,14). Todo lo que el Señor hizo, hace y hará por nosotros debería despertar nuestra más profunda gratitud y motivarnos a la alabanza.

  • GLORIA (vs. 6,12,14,18). Nuestro maravilloso Dios es un Dios de gloria. En nuestra condición caída nos cuesta percibir su gloria, que es su amoroso carácter. Por ello, nos la muestra derramando sus bendiciones sobre su iglesia.

  • GRACIA (vs. 2,6,7). La motivación divina para bendecirnos surge de su gracia, es decir, de su actitud favorable hacia nosotros. No lo merecemos, pero igualmente nos hace objeto de toda su piedad, clemencia y misericordia.


Pero solamente podemos entonar la “alabanza de la gloria de su gracia” cuando el Espíritu ilumina los ojos de nuestro entendimiento. Fuera de la revelación, estos asuntos son un misterio incomprensible para el egoísta corazón humano. Felizmente, cuando creemos, ese misterio pasa a ser algo conocido, experimentado y realizado en nuestras vidas.

Podemos dividir este misterio en dos aspectos. Uno ya realizado en los creyentes, con efectos para esta vida. El otro misterio está en proceso de revelarse, y continuará a desde el presente hasta la eternidad. Ambos conforman dos series de siete, como pueden verse en los cuadros de abajo.

Comienza diciendo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Recibimos al menos siete bendiciones, que son producto de lo que Jesús hizo por nosotros:






























SOMOS BENDECIDOS



MISTERIO CONSUMADO


Nos escogió 

Todas estas bendiciones ya podemos disfrutarlas porque están cumplidas. Fuimos elegidos para ser santos, lavados en Su sangre, aceptados como hijos, compartimos una herencia sublime y recibimos su sello de aprobación.

 
Nos predestinó
Nos aceptó
Nos redimió
Nos perdonó
Nos dio una herencia
Nos selló

El efecto de este misterio revelado es que llegamos a obtener un conocimiento que está fuera del alcance del hombre natural. Cuando Adán y Eva pecaron queriendo alcanzar un conocimiento superior, solamente experimentaron todo lo malo: el dolor, la angustia, la separación, el sufrimiento y la muerte. En cambio, cuando entramos en una íntima relación de pacto con el Señor, somos bendecidos con la verdadera sabiduría que viene de lo alto, llena de buenos frutos de justicia (ver Santiago 3:17).






























LLEGAMOS A CONOCER



MISTERIO EN PROCESO


El misterio de su voluntad 

Al aceptar el evangelio, comprendemos que llegamos a formar parte de la familia celestial y estamos unidos a Cristo con lazos inquebrantables. En esta vida solo percibiremos levemente la bondad y el amor de Dios; el estudio de estas cosas continuará por la eternidad.
El evangelio
Conocimiento de él
La esperanza a que somos llamados
Las riquezas de su herencia
La grandeza de su poder
Su íntima unión con la iglesia

Ser objeto de tan extraordinarias bendiciones y poder alcanzar tan sublime conocimiento de su voluntad; ¿no debería desbordar nuestros corazones en alabanza?

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

«Corazones agradables a Dios» 1

“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35   Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...

“El hombre del estanque”

“… ¿Quieres ser sano?”, Juan 5:6   El estanque de Betesda quedaba por el mercado de las ovejas; la explicación probable al movimiento del agua que ahí tenía lugar es que por debajo del mismo había una corriente de agua que de vez en cuando se agitaba y movía las aguas. La tradición judía atribuía a un ángel el que las aguas se agitaran y que la primera persona que entrara al estanque después de la agitación de las aguas, quedaría curada de cualquier enfermedad. Para el hombre de la historia (Juan 5:1 – 18) , era poco probable que por su enfermedad alguna vez llegara a ser el primero en entrar al estanque después de que se hubieran agitado las aguas. Además, no tenía a nadie que lo ayudara a entrar. Jesús no dio a este hombre una conferencia acerca de la superstición de esperar hasta que se agitaran las aguas. El único deseo de Jesús era sanarlo. Por otro lado, la larga enfermedad del hombre era un rasgo sobresaliente y significativo: treinta y ocho años de enfermedad indicaba desesper...