8 razones que impiden el crecimiento de la iglesia - Pastor Chris Richards
8 RAZONES QUE IMPIDEN EL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA
#1 LA VISIÓN NO ES CLARA. Si la gente no tiene una dirección y un propósito claro, cada quien "agarra por su rumbo" sin lograr nunca nada. Nuestra visión no solamente tiene que ser específica, sino además del conocimiento pleno de toda la congregación. Un buen líder sabe participarle a su iglesia el propósito para el que Dios los ha llamado como iglesia.
#2 EL ENFOQUE ES TRATAR DE COMPLACER A TODOS. No existe una sola iglesia sobre el planeta tierra, capaz de complacer a todos y cada uno de sus miembros. Tristemente, en nuestro afán de no ofender a nadie, terminamos ofendiendo a Dios. Si bien no debemos ofender a la gente intencionalmente, tenemos que saber sin lugar a dudas la demográfica a la que Dios nos ha llamado y enfocarnos en ella sin temor del qué dirán. Es decir, si el ardor en su corazón es por los jóvenes pandilleros, muy posiblemente el hombre de negocios o el padre de familia se sentirán incómodos en su medio, ya que las enseñanzas y las actividades estarán encausadas hacia ese sector de la población y viceversa.
Un joven ex-pandillero no encontrará mucho sentido en una congregación que se esfuerza por alcanzar al profesionista. Reconozcamos que no somos sino una pequeña parte dentro del cuerpo de Cristo y realicemos nuestra función con fidelidad, sabiendo que Dios tiene otros organismos en la misma ciudad que apelarán a las necesidades de las personas que no necesariamente se sientan en casa dentro de la iglesia que nos ha tocado dirigir.
#3 LIDERAZGO SIN PASIÓN Cuando un líder solo está motivado por un sueldo y no por una pasión, el fracaso está a la vuelta de la esquina. Tenemos que ser movidos por un llamado de Dios y no por una compensación monetaria.
#4 VIDA ARTIFICIAL. Si un programa o ministerio está muerto en una iglesia, hay que hacer un entierro. El tratar de crear vida artificial inyectándole tiempo y energía, es una pérdida lamentable. Reconozcamos que todo tiene su tiempo y hay que sacarle provecho en su oportunidad, pero siempre reconociendo la inevitable realidad de que debemos "podar las ramas que ya no produzcan fruto" (Mateo 7:19).
#5 FALTA DE ORACIÓN En ocasiones invertimos tanto de nuestro esfuerzo humano en un proyecto, que no creemos necesitar el poder sobrenatural de Dios. La oración no debe convertirse en el amuleto de la buena suerte de nuestros proyectos, sino un constante deseo de ver a Dios obrar en medio de nosotros.
#6 FALTA DE DISPOSICIÓN AL RIESGO. El momento en que nos negamos a salir de la barca e insistimos en mantenernos en la seguridad del camino recorrido, hemos perdido la batalla. A través de toda la Biblia encontramos a Dios llamando hombres y mujeres a una vida de alto riesgo. El profeta Elías fue uno de ellos, que retó a los falsos profetas en una asamblea pública. Tenemos que estar dispuestos a lanzarnos a lo imposible confiando en el Dios sobrenatural al que servimos.
#7 DESOBEDIENCIA AL MANDAMIENTO DE LA EVANGELIZACIÓN Jesucristo no dejó su trono en gloria, vivió como humano, murió clavado a una cruz y se la pasa intercediendo día y noche por nosotros para que nos reunamos una vez a la semana y nos sintamos muy santurrones hablando mal del pecador. Fuimos llamados a GANAR ALMAS para SU REINO, a ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).
#8 ACTITUDES EGOÍSTAS Para que seamos la iglesia de Cristo, necesitamos actuar como Cristo, quien vino a servir y no a ser servido. Dejemos de esperar que la iglesia y Dios mismo sirvan para suplir nuestras necesidades y procuremos ser siervos del Señor y de su cuerpo. El que quiera ser grande entre ustedes, tiene que servir a los demás (Marcos 10:43).
Fuente: https://www.facebook.com/zaidamarina.perez/posts/573460472706954
8 RAZONES QUE IMPIDEN EL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA
#1 LA VISIÓN NO ES CLARA. Si la gente no tiene una dirección y un propósito claro, cada quien "agarra por su rumbo" sin lograr nunca nada. Nuestra visión no solamente tiene que ser específica, sino además del conocimiento pleno de toda la congregación. Un buen líder sabe participarle a su iglesia el propósito para el que Dios los ha llamado como iglesia.
#2 EL ENFOQUE ES TRATAR DE COMPLACER A TODOS. No existe una sola iglesia sobre el planeta tierra, capaz de complacer a todos y cada uno de sus miembros. Tristemente, en nuestro afán de no ofender a nadie, terminamos ofendiendo a Dios. Si bien no debemos ofender a la gente intencionalmente, tenemos que saber sin lugar a dudas la demográfica a la que Dios nos ha llamado y enfocarnos en ella sin temor del qué dirán. Es decir, si el ardor en su corazón es por los jóvenes pandilleros, muy posiblemente el hombre de negocios o el padre de familia se sentirán incómodos en su medio, ya que las enseñanzas y las actividades estarán encausadas hacia ese sector de la población y viceversa.
Un joven ex-pandillero no encontrará mucho sentido en una congregación que se esfuerza por alcanzar al profesionista. Reconozcamos que no somos sino una pequeña parte dentro del cuerpo de Cristo y realicemos nuestra función con fidelidad, sabiendo que Dios tiene otros organismos en la misma ciudad que apelarán a las necesidades de las personas que no necesariamente se sientan en casa dentro de la iglesia que nos ha tocado dirigir.
#3 LIDERAZGO SIN PASIÓN Cuando un líder solo está motivado por un sueldo y no por una pasión, el fracaso está a la vuelta de la esquina. Tenemos que ser movidos por un llamado de Dios y no por una compensación monetaria.
#4 VIDA ARTIFICIAL. Si un programa o ministerio está muerto en una iglesia, hay que hacer un entierro. El tratar de crear vida artificial inyectándole tiempo y energía, es una pérdida lamentable. Reconozcamos que todo tiene su tiempo y hay que sacarle provecho en su oportunidad, pero siempre reconociendo la inevitable realidad de que debemos "podar las ramas que ya no produzcan fruto" (Mateo 7:19).
#5 FALTA DE ORACIÓN En ocasiones invertimos tanto de nuestro esfuerzo humano en un proyecto, que no creemos necesitar el poder sobrenatural de Dios. La oración no debe convertirse en el amuleto de la buena suerte de nuestros proyectos, sino un constante deseo de ver a Dios obrar en medio de nosotros.
#6 FALTA DE DISPOSICIÓN AL RIESGO. El momento en que nos negamos a salir de la barca e insistimos en mantenernos en la seguridad del camino recorrido, hemos perdido la batalla. A través de toda la Biblia encontramos a Dios llamando hombres y mujeres a una vida de alto riesgo. El profeta Elías fue uno de ellos, que retó a los falsos profetas en una asamblea pública. Tenemos que estar dispuestos a lanzarnos a lo imposible confiando en el Dios sobrenatural al que servimos.
#7 DESOBEDIENCIA AL MANDAMIENTO DE LA EVANGELIZACIÓN Jesucristo no dejó su trono en gloria, vivió como humano, murió clavado a una cruz y se la pasa intercediendo día y noche por nosotros para que nos reunamos una vez a la semana y nos sintamos muy santurrones hablando mal del pecador. Fuimos llamados a GANAR ALMAS para SU REINO, a ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).
#8 ACTITUDES EGOÍSTAS Para que seamos la iglesia de Cristo, necesitamos actuar como Cristo, quien vino a servir y no a ser servido. Dejemos de esperar que la iglesia y Dios mismo sirvan para suplir nuestras necesidades y procuremos ser siervos del Señor y de su cuerpo. El que quiera ser grande entre ustedes, tiene que servir a los demás (Marcos 10:43).
Fuente: https://www.facebook.com/zaidamarina.perez/posts/573460472706954