Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar". (Immanuel Kant)
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
Vivir es una simple palabra cuyo contexto práctico se demuestra andando. ¿Decidimos andar o nos dejamos llevar por las calles? Quien decide andar debe decidir a la vez más cosas. Debe encontrar lo que los alquimistas llaman la piedra filosofal que es ser uno mismo, y partir de ahí para seguir el Hilo de Ariadna hacia sí mismo. Cuando se camina hacia uno mismo se vislumbra el camino que debe realizar afuera.
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
Acostumbrados estamos a funcionar de afuera para adentro en vez de al revés. ¿Qué aparece cuando es el corazón y no la mente quien manda la orquesta de los sentidos y la voluntad? Mi consideración es que surge la inteligencia creadora, vivimos las cosas con desapego porque las observamos de la misma manera.
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
No estamos habituados a caminar un solo sendero; tampoco acostumbramos a que sea el propio sendero quien marca las pautas y dejar de ser nosotros quienes controlamos los pasos. Buscamos muchas veces lo nuevo, sin caer en la cuenta que lo nuevo se encuentra unido al presente instante, al eterno ahora que palpita en los corazones lacerados quizá, pero ardientes, siempre jóvenes y dispuestos a crear, dar y sentir que recibimos sin pedir; porque el universo está de nuestro lado cuando la silente intención de caminar surge del interior.
Podemos dejarnos llevar por las calles, pero ¿qué es dejarse llevar? Hago acopio de otra cita: "La duda: la escuela de la verdad. Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; más si se conforma en comenzar con dudas, llegará a terminar con certezas". (Francis Bacon)
Quien no duda es el corazón. Pero el corazón no nos dice todo lo que queremos saber, porque quien quiere saber es la mente; la mente precisa respuestas inmediatas para dar el siguiente paso en cualquier aspecto de nuestra vida. La duda como escuela de la verdad, permite caminar desde el fluir, y que ninguna duda sea razón de freno o desenfreno.
Queremos lo que podemos, ¿podemos poder lo que queremos?, he ahí el camino de las dudas, incertidumbres y quizás fracasos cuando no se presenta batalla, simplemente porque el peso de la balanza, en vez de medirlo desde la inteligencia lo sumamos con la mente: la mente es el escaparate de lo que nos dice la sociedad; una sociedad viva desde el corazón es una UTOPÍA.
Caminar es amar sin condición,
ser y estar la mejor razón, cual naturaleza viva
es esplendente, llena del compromiso
que une corazón y pasión...
Caminar sin pensar no es dejarse llevar por los vientos ajenos,
es encontrar la propia brisa, la que no dice todo pero acerca
el horizonte de cada día, permitiendo tibias miradas,
calzando momentos como el perfecto pie dentro del perfecto zapato.
Caminar es también navegar por lo sencillo desde lo sencillo.
Abrir brechas en los problemas y descubrir una luz,
relucientes espadas que luchan, voluntades unidas nunca más perdidas...
Caminar es amar.
Si estás andaré, si estás caminaré.
Si no estás andaré, si no estás caminaré;
seguiré siempre el filo de tus ahoras...
Emig
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
Vivir es una simple palabra cuyo contexto práctico se demuestra andando. ¿Decidimos andar o nos dejamos llevar por las calles? Quien decide andar debe decidir a la vez más cosas. Debe encontrar lo que los alquimistas llaman la piedra filosofal que es ser uno mismo, y partir de ahí para seguir el Hilo de Ariadna hacia sí mismo. Cuando se camina hacia uno mismo se vislumbra el camino que debe realizar afuera.
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
Acostumbrados estamos a funcionar de afuera para adentro en vez de al revés. ¿Qué aparece cuando es el corazón y no la mente quien manda la orquesta de los sentidos y la voluntad? Mi consideración es que surge la inteligencia creadora, vivimos las cosas con desapego porque las observamos de la misma manera.
Reflexiones Cristianas - Buscar el Camino a Cristo
No estamos habituados a caminar un solo sendero; tampoco acostumbramos a que sea el propio sendero quien marca las pautas y dejar de ser nosotros quienes controlamos los pasos. Buscamos muchas veces lo nuevo, sin caer en la cuenta que lo nuevo se encuentra unido al presente instante, al eterno ahora que palpita en los corazones lacerados quizá, pero ardientes, siempre jóvenes y dispuestos a crear, dar y sentir que recibimos sin pedir; porque el universo está de nuestro lado cuando la silente intención de caminar surge del interior.
"Dejemos esclarecer por el tiempo las dudas. La fortuna conduce al puerto muchas barcas sin piloto". (William Shakespeare)
Podemos dejarnos llevar por las calles, pero ¿qué es dejarse llevar? Hago acopio de otra cita: "La duda: la escuela de la verdad. Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; más si se conforma en comenzar con dudas, llegará a terminar con certezas". (Francis Bacon)
Quien no duda es el corazón. Pero el corazón no nos dice todo lo que queremos saber, porque quien quiere saber es la mente; la mente precisa respuestas inmediatas para dar el siguiente paso en cualquier aspecto de nuestra vida. La duda como escuela de la verdad, permite caminar desde el fluir, y que ninguna duda sea razón de freno o desenfreno.
Queremos lo que podemos, ¿podemos poder lo que queremos?, he ahí el camino de las dudas, incertidumbres y quizás fracasos cuando no se presenta batalla, simplemente porque el peso de la balanza, en vez de medirlo desde la inteligencia lo sumamos con la mente: la mente es el escaparate de lo que nos dice la sociedad; una sociedad viva desde el corazón es una UTOPÍA.
Caminando es despacio, es viviendo, sintiendo.
Caminando es deseando, queriendo, confiando.
Caminando es decidir lo más parecido al latir.
Caminando no es sumar ni restar, es andar y sonreír.
Caminar es amar sin condición,
ser y estar la mejor razón, cual naturaleza viva
es esplendente, llena del compromiso
que une corazón y pasión...
Caminar sin pensar no es dejarse llevar por los vientos ajenos,
es encontrar la propia brisa, la que no dice todo pero acerca
el horizonte de cada día, permitiendo tibias miradas,
calzando momentos como el perfecto pie dentro del perfecto zapato.
Caminar es también navegar por lo sencillo desde lo sencillo.
Abrir brechas en los problemas y descubrir una luz,
relucientes espadas que luchan, voluntades unidas nunca más perdidas...
Caminar es amar.
Si estás andaré, si estás caminaré.
Si no estás andaré, si no estás caminaré;
seguiré siempre el filo de tus ahoras...
Emig