Ir al contenido principal

Vaya Con Dios

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del reino de Dios y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo según el relato de Mateo 9:35.

Él conoce todos los caminos y es el mejor compañero para viajar feliz, Vaya Con Dios a donde quiera, El nos guiara para donde vayamos.

Jesucristo conoce cada rincón del mundo, recordemos que es el hijo de Dios, y existe desde la fundación del mundo. Por esta razón te aconsejo que ores siempre antes viajar, ya que siempre estará bajo su guía, Vaya Con Dios confiadamente.

Encomienda a Dios Tu camino y confía en él y el hará.
No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda.
Jehová es tu guardador Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigara de día ni la luna de noche.
Él guardará tu alma Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre amén.
Cree eso y no temas.

Diariamente oramos por nuestros hermanos y amigos viajeros para que estas bendiciones los acompañen por donde quiera que vayan.

Te aconsejo que lleves contigo un mapa y una Biblia, aunque Vaya Con Dios siempre es bueno estar precavidos.
En la Biblia encontraras el camino hacia la eternidad, lee Lucas 16:19-31

viajar con dios

Si en algún momento te sientes desorientado, y necesitas ayuda, no dudes en visitar la casa de oración; donde nos reunimos los creyentes evangélicos.
Gente de buenas voluntades dispuestas para servir por amor a Cristo Jesús.
Visítanos, estamos en todas las ciudades del continente de América y el mundo.

Jesucristo, dijo, yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al padre sino es por mí.
Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará más en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Anda y visita una iglesia evangélica, la venida de Jesucristo está cerca.

Vaya Con Dios, El te esta esperando, Amen

Dr. Jaime Puertas

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...