“Para captar el real significado del “Espíritu de la Navidad”, sólo tenemos que pensar en el “Espíritu de Cristo”, que nos llama a seguirlo y tendremos la recompensa de la felicidad la cual prometió a las personas pobres de espíritu, a los afligidos, a los humildes, a los buscadores de justicia, los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los pacificadores e incluso a los perseguidos y los oprimidos”.
“Recordemos que el corazón de la Navidad es un corazón generoso, un corazón abierto, que piensa primero en los demás. El nacimiento del niño Jesús se presenta como el evento más importante en toda la historia, porque ha significado la medicina curativa de amor a un mundo enfermo, que ha transformado toda clase de corazones por más de dos mil años, a corazones palpitantes de Navidad”.
“Hasta que uno no siente el espíritu de las Navidades, no hay Navidad! Todo lo demás es mostrar hacia el exterior, muchos adornos y decoraciones, porque no es el árbol, no es la nieve, no son el resplandor de las velas… Es el calor que viene a los corazones de los hombres cuando el espíritu de la Navidad regresa de nuevo”.
“Navidad, la misma palabra trae alegría a nuestros corazones, no importa la forma en que tengamos prisa para hacer las largas listas de regalos de Navidad y las tarjetas que compramos para el día de Navidad, cuando llega allí sigue siendo la misma sensación caliente que tuvimos cuando niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestros hogares”.
“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de ánimo para valorar la paz y la buena voluntad, para ser grandes en misericordia, es tener el verdadero espíritu de la Navidad en nuestros corazones”.
“En este advenimiento esperamos que los Reyes Magos nos enseñen dónde enfocar nuestra atención. Fijamos nuestra mirada en las cosas de arriba, donde está Dios, nos acercamos a Jesús, cuando termina nuestra jornada de advenimiento y llegamos al lugar donde Jesús reside en Belén, puede que, al igual que los Reyes Magos, nos pongamos de rodillas y adoremos a Jesús como nuestro único y verdadero Rey y salvador”.
Enviado por: Abel Carpio
“Recordemos que el corazón de la Navidad es un corazón generoso, un corazón abierto, que piensa primero en los demás. El nacimiento del niño Jesús se presenta como el evento más importante en toda la historia, porque ha significado la medicina curativa de amor a un mundo enfermo, que ha transformado toda clase de corazones por más de dos mil años, a corazones palpitantes de Navidad”.
“Hasta que uno no siente el espíritu de las Navidades, no hay Navidad! Todo lo demás es mostrar hacia el exterior, muchos adornos y decoraciones, porque no es el árbol, no es la nieve, no son el resplandor de las velas… Es el calor que viene a los corazones de los hombres cuando el espíritu de la Navidad regresa de nuevo”.
“Navidad, la misma palabra trae alegría a nuestros corazones, no importa la forma en que tengamos prisa para hacer las largas listas de regalos de Navidad y las tarjetas que compramos para el día de Navidad, cuando llega allí sigue siendo la misma sensación caliente que tuvimos cuando niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestros hogares”.
“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de ánimo para valorar la paz y la buena voluntad, para ser grandes en misericordia, es tener el verdadero espíritu de la Navidad en nuestros corazones”.
“En este advenimiento esperamos que los Reyes Magos nos enseñen dónde enfocar nuestra atención. Fijamos nuestra mirada en las cosas de arriba, donde está Dios, nos acercamos a Jesús, cuando termina nuestra jornada de advenimiento y llegamos al lugar donde Jesús reside en Belén, puede que, al igual que los Reyes Magos, nos pongamos de rodillas y adoremos a Jesús como nuestro único y verdadero Rey y salvador”.
Enviado por: Abel Carpio