“Pero los que hemos creído entramos en el reposo…”, Heb. 4:3
El perfecto descanso en Cristo, no se logra con grandes esfuerzos. Para entrar en el descanso de Dios, debemos renunciar a nuestros propios esfuerzos y trabajo. Solamente la fe nos introduce en este perfecto descanso. Debemos decidir simplemente en nuestros corazones creer que Dios es fiel para libertarnos en todas las circunstancias, no importa cuán imposibles puedan parecer.
“Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:10). Cuando descansamos en Cristo, dejamos de afanarnos y preocuparnos en los tiempos de problemas. No fingimos que aceptamos la crisis. Ni nos preocupamos por rendirnos ante el temor y empezar a cuestionar el amor de Dios. En su lugar, nuestra “mentalidad de esfuerzo” deja de controlarnos. Aprendemos simplemente a confiar en el Señor.
¿Cómo desarrollamos esta clase de confianza? Buscando al Señor en oración, meditando en Su Palabra y caminando en obediencia. Mientras seguimos esta disciplina, confiamos en que el Espíritu Santo esta obrando en nosotros, proveyendo la fortaleza para el tiempo de necesidad. Cuando venga la próxima prueba, estos recursos celestiales serán cada vez más reales.
Debemos ser como un soldado que está siempre preparado para el campo de batalla, sabiendo que la victoria es ganada mucho antes de que la batalla empiece. ¿Eres un soldado comprometido, que cree que Dios le está equipando ahora mismo? Si es así, entonces estarás cumpliendo tres requisitos:
1- Eres un diligente lector de la Palabra de Dios. Mientras estudias las Escrituras, comprenderás cuánto te ama Dios. Si no estás convencido de su absoluto amor por ti, no podrás superar cualquier crisis que venga.
2- Estás cultivando intimidad con Dios, a través del tiempo de oración. Él desea que clamemos en los tiempos de crisis. Pero la oración durante los tiempos duros y difíciles no es suficiente. Tenemos que buscar a nuestro Padre en los tiempos buenos también. Nuestra fe no debe ser ocasional. Se desarrolla en una constante relación con el Señor.
3- Confías en que Dios no permitirá que enfrentes ninguna prueba sin darte los medios para soportarla. Si una gran prueba viene sobre ti, no tienes por que preocuparte. Nuestro Padre te dará la gracia cuando sea necesario. Y si has desarrollado una relación íntima y cercana con Él, él derramará su perdurable gracia sobre ti cuando la necesites.
Dios te invita a entrar en Su reposo ¡HOY!
El perfecto descanso en Cristo, no se logra con grandes esfuerzos. Para entrar en el descanso de Dios, debemos renunciar a nuestros propios esfuerzos y trabajo. Solamente la fe nos introduce en este perfecto descanso. Debemos decidir simplemente en nuestros corazones creer que Dios es fiel para libertarnos en todas las circunstancias, no importa cuán imposibles puedan parecer.
“Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:10). Cuando descansamos en Cristo, dejamos de afanarnos y preocuparnos en los tiempos de problemas. No fingimos que aceptamos la crisis. Ni nos preocupamos por rendirnos ante el temor y empezar a cuestionar el amor de Dios. En su lugar, nuestra “mentalidad de esfuerzo” deja de controlarnos. Aprendemos simplemente a confiar en el Señor.
¿Cómo desarrollamos esta clase de confianza? Buscando al Señor en oración, meditando en Su Palabra y caminando en obediencia. Mientras seguimos esta disciplina, confiamos en que el Espíritu Santo esta obrando en nosotros, proveyendo la fortaleza para el tiempo de necesidad. Cuando venga la próxima prueba, estos recursos celestiales serán cada vez más reales.
Debemos ser como un soldado que está siempre preparado para el campo de batalla, sabiendo que la victoria es ganada mucho antes de que la batalla empiece. ¿Eres un soldado comprometido, que cree que Dios le está equipando ahora mismo? Si es así, entonces estarás cumpliendo tres requisitos:
1- Eres un diligente lector de la Palabra de Dios. Mientras estudias las Escrituras, comprenderás cuánto te ama Dios. Si no estás convencido de su absoluto amor por ti, no podrás superar cualquier crisis que venga.
2- Estás cultivando intimidad con Dios, a través del tiempo de oración. Él desea que clamemos en los tiempos de crisis. Pero la oración durante los tiempos duros y difíciles no es suficiente. Tenemos que buscar a nuestro Padre en los tiempos buenos también. Nuestra fe no debe ser ocasional. Se desarrolla en una constante relación con el Señor.
3- Confías en que Dios no permitirá que enfrentes ninguna prueba sin darte los medios para soportarla. Si una gran prueba viene sobre ti, no tienes por que preocuparte. Nuestro Padre te dará la gracia cuando sea necesario. Y si has desarrollado una relación íntima y cercana con Él, él derramará su perdurable gracia sobre ti cuando la necesites.
Dios te invita a entrar en Su reposo ¡HOY!