El fin de semana ya casi terminó. Siento que no hice ni la mitad de las cosas que debía de hacer. Lo curioso es que me la pasé trabajando en la casa. Haciendo las tareas del hogar. Además, también me la pasé cuidando a los niños.
El lunes, al igual que muchas otras personas, tengo que ir a trabajar. Después de un largo día de trabajo, llegaré a casa cansada, a cocinar y a ayudar los niños con sus tareas escolares. Los llevaré también por un ratito al parque. Luego los bañaré, cenarán y se acostarán a dormir. Como siempre yo seré la última en acostarme, a menos que mi esposo trabaje doble turno.
Me considero una persona dichosa. Tengo buena salud. Tengo una familia y un buen esposo. Tengo trabajo y un buen jefe. Sin embargo, me gustaría trabajar menos y descansar más. Tal vez, un día me gane el premio gordo de la lotería y mi sueño se haga realidad.
El lunes, al igual que muchas otras personas, tengo que ir a trabajar. Después de un largo día de trabajo, llegaré a casa cansada, a cocinar y a ayudar los niños con sus tareas escolares. Los llevaré también por un ratito al parque. Luego los bañaré, cenarán y se acostarán a dormir. Como siempre yo seré la última en acostarme, a menos que mi esposo trabaje doble turno.
Me considero una persona dichosa. Tengo buena salud. Tengo una familia y un buen esposo. Tengo trabajo y un buen jefe. Sin embargo, me gustaría trabajar menos y descansar más. Tal vez, un día me gane el premio gordo de la lotería y mi sueño se haga realidad.