Ir al contenido principal

«Aprendamos del Desierto Florido»

“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano”, Salmo 92:12

Una verdadera maravilla de la naturaleza es el desierto de Atacama, en Chile. Una vez al año este desierto se viste de esplendor. Es asombroso y milagroso ver cómo durante algunos meses, este desierto que es el más árido del mundo, se viste con las flores más hermosas. Una gran variedad de plantas de todos colores adornan lo que durante casi todo el año es un desierto seco y muy caliente durante el día y muy frío durante la noche.
Es difícil sonreír en medio del desierto y de la soledad. Es difícil mantenerse sereno cuando pasamos por un mar de problemas que nos abruman y amenazan con derrumbarnos. Sin embargo, aún en medio de ese desierto personal podemos ser como el desierto de Atacama y florecer. Podemos vestir de esplendor nuestro desierto si dejamos que de nosotros broten flores hermosas que no sólo nos embellezcan a nosotros, sino que también hagan felices a los que nos rodean. De la misma manera en que Dios permite que ocurra este milagro hermoso cada año, Él convertirá nuestra sequedad en estanques de aguas donde podamos refrescarnos y refrescar a otros. Podemos ser la palmera donde otros corazones cansados, tristes y solitarios puedan descansar y tomar sombra. Podemos ser un hermoso árbol frutal, donde las personas hambrientas puedan comer del fruto y saciar su hambre. Podemos ser esa palma de coco de la cual brota agua dulce y que hace que el alma sedienta se refresque. Nuestro Dios es tan maravilloso que permite que las cosas difíciles que nos pasan, nos fortalezcan. Tú puedes hoy decidir si quieres ser un desierto típico donde sólo hay temperaturas extremas de calor y frío, o ser un desierto florido del cual puedan surgir las más hermosas especies de flores con colores exuberantes y belleza indescriptible. Recuerda que en medio de nuestro desierto Él es el agua, el sol, la energía que hace que de nosotros puedan brotar las más bellas flores. Pidámosle a Dios que ese desierto no seque nuestra alma ni nuestros huesos, sino que más bien se convierta en un oasis no sólo para nosotros, sino también para los demás. Y que cuando los demás nos contemplen puedan ver el milagro maravilloso que Él ha hecho en nosotros.

Entradas populares de este blog

«Corazones agradables a Dios» 1

“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35   Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...

“El hombre del estanque”

“… ¿Quieres ser sano?”, Juan 5:6   El estanque de Betesda quedaba por el mercado de las ovejas; la explicación probable al movimiento del agua que ahí tenía lugar es que por debajo del mismo había una corriente de agua que de vez en cuando se agitaba y movía las aguas. La tradición judía atribuía a un ángel el que las aguas se agitaran y que la primera persona que entrara al estanque después de la agitación de las aguas, quedaría curada de cualquier enfermedad. Para el hombre de la historia (Juan 5:1 – 18) , era poco probable que por su enfermedad alguna vez llegara a ser el primero en entrar al estanque después de que se hubieran agitado las aguas. Además, no tenía a nadie que lo ayudara a entrar. Jesús no dio a este hombre una conferencia acerca de la superstición de esperar hasta que se agitaran las aguas. El único deseo de Jesús era sanarlo. Por otro lado, la larga enfermedad del hombre era un rasgo sobresaliente y significativo: treinta y ocho años de enfermedad indicaba desesper...

La Palabra para Hoy - Empezar el día con Dios

Hoy quiero compartir este tema con todos ustedes: La Palabra para Hoy - Empezar el día con Dios Hoy Dios nos da la oportunidad de iniciar el día…. así como la esposa del libro de Cantares desea, anhelaba estar cerca de su Amado, así nosotros en este nuevo día podemos estar anhelando en nuestros pensamientos en Amado, ya que el el hasta el día de hoy ha sido fiel….empecemos con nuestra primera cita con el Amado…el Anhela escuchar nuestra voz ….y venga lo venga confiemos en su Amor y Misericordia para seguir a delante Que nuestros pensamientos estén en el Amado y que esto sea el Gozo de este nuevo día. Que Dios nos proteja y nos brinde cada día su misericordia, amen.