“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
Hebreos 12:2
En la vida nos enfrentaremos a un sinfín de circunstancias que querrán dañar nuestro corazón, situaciones que llevaran como objetivo golpear nuestro corazón para que de esa manera nos debilitemos y poco a poco nos alejamos del Señor.
Y es que a veces nosotros somos los que permitimos que eso ocurra, pues descubrimos nuestro corazón a cosas, situaciones o a personas a quien no tendríamos que descubrirlo.
Lo peor de todo es que al permitir que nuestro corazón sea dañado, nuestra actitud cambia, nuestros oídos se vuelven sordos ante la voz del Señor y nuestros ojos se fijan en lo que el hombre hace y no en lo que Dios puede hacer en una vida con corazón humilde.
Quizá tú fuiste dañado en algún momento, cuando por situaciones de la vida pusiste tus ojos en alguien a quien creías perfecto y digno de imitar, pero al ver como ese hombre o esa mujer fallo en algo, todo se te vino abajo y comenzaste a permitir que tu corazón sea contaminado por la voz del enemigo que te dice muchas cosas de las cuales ninguna es verdad.
Quizá tu líder o tu pastor en momento determinado no midió palabras y te dijo algo que te lastimo y eso daño tu corazón y ahora todo lo que él o ella haga o diga te es indiferente. Muchos hasta sean alejado de sus congregaciones al ser dañados en su corazón.
Y es que muchas veces cometemos el ENORME error de creer que cierta persona es perfecta y que jamás fallara. Ese es el error más grande que puede haber, puesto que todos tenemos un cuerpo corruptible, lo cual significa que estamos propensos a fallar, propensos a dejarnos llevar por nuestra naturaleza pecaminosa y de una u otra forma fallar.
Si algo me ha ayudado personalmente, es el hecho que jamás he puesto mis ojos en alguien en especial. Si bien es cierto en algunas etapas de mi vida admiraba la forma de servir de ciertos siervos de Dios, jamás permití que mi ojos estuvieran totalmente fijos en ellos, porque sabía que en cualquier momento me podrían defraudar, por tal razón decidí poner mis ojos solo en alguien de quien yo muy bien sabia que jamás me podría defraudar, el es Jesús.
Y es que por más que podamos buscarle defectos, jamás le encontraremos porque Él es PERFECTO, su caminar acá en la tierra también lo fue, y vino a enseñarnos que cuando una persona desde el corazón se propone a ser fiel a Dios en todo, se puede.
Hoy quiero invitarte a que renueves tu corazón delante de la presencia del Señor, que si los últimos días, semanas o meses has estado con tu corazón cruzado, permitiendo que el enemigo mine tu mente de tantos pensamientos negativos por el hecho de haber visto que alguien a quien tu admirabas fallo, puedas en esta hora volver tus ojos al único que jamás te fallara que se llama JESÚS.
No pongas tus ojos en un ser humano, mejor mira a Jesús Autor y Consumador de la FE, porque eso te ayudara para que puedas avanzar en tu vida cristiana y tu vida diaria, crecerás y tu fe cada día irá en aumento, no habrá nada que pueda hacerte desistir de este Camino, porque Jesús será tu modelo a seguir.
Si tu corazón ha sido dañado hoy te invito a que permitas que Dios pueda restaurarlo a totalidad, que pueda tomarlo y sanarlo a través de su dulce presencia, ve y busca del Señor, dobla tus rodillas y dile que lo necesitas, que necesitas que sane tu corazón, que quieres volver a sentir su linda presencia, que quieres tener nuevamente un corazón humilde y sobre todo que lo quieres agradar todos los días de tu vida.
Cuidemos nuestro corazón que cada día nuestra fe y nuestros ojos estén puestos nada mas en Jesús, que caminemos tratando de imitarlo y viviendo una vida que sabemos que le agradara, hagamos de Jesús nuestro modelo de vida.
Autor: Enrique Monterroza
Hebreos 12:2
En la vida nos enfrentaremos a un sinfín de circunstancias que querrán dañar nuestro corazón, situaciones que llevaran como objetivo golpear nuestro corazón para que de esa manera nos debilitemos y poco a poco nos alejamos del Señor.
Y es que a veces nosotros somos los que permitimos que eso ocurra, pues descubrimos nuestro corazón a cosas, situaciones o a personas a quien no tendríamos que descubrirlo.
Lo peor de todo es que al permitir que nuestro corazón sea dañado, nuestra actitud cambia, nuestros oídos se vuelven sordos ante la voz del Señor y nuestros ojos se fijan en lo que el hombre hace y no en lo que Dios puede hacer en una vida con corazón humilde.
Quizá tú fuiste dañado en algún momento, cuando por situaciones de la vida pusiste tus ojos en alguien a quien creías perfecto y digno de imitar, pero al ver como ese hombre o esa mujer fallo en algo, todo se te vino abajo y comenzaste a permitir que tu corazón sea contaminado por la voz del enemigo que te dice muchas cosas de las cuales ninguna es verdad.
Quizá tu líder o tu pastor en momento determinado no midió palabras y te dijo algo que te lastimo y eso daño tu corazón y ahora todo lo que él o ella haga o diga te es indiferente. Muchos hasta sean alejado de sus congregaciones al ser dañados en su corazón.
Y es que muchas veces cometemos el ENORME error de creer que cierta persona es perfecta y que jamás fallara. Ese es el error más grande que puede haber, puesto que todos tenemos un cuerpo corruptible, lo cual significa que estamos propensos a fallar, propensos a dejarnos llevar por nuestra naturaleza pecaminosa y de una u otra forma fallar.
Si algo me ha ayudado personalmente, es el hecho que jamás he puesto mis ojos en alguien en especial. Si bien es cierto en algunas etapas de mi vida admiraba la forma de servir de ciertos siervos de Dios, jamás permití que mi ojos estuvieran totalmente fijos en ellos, porque sabía que en cualquier momento me podrían defraudar, por tal razón decidí poner mis ojos solo en alguien de quien yo muy bien sabia que jamás me podría defraudar, el es Jesús.
Y es que por más que podamos buscarle defectos, jamás le encontraremos porque Él es PERFECTO, su caminar acá en la tierra también lo fue, y vino a enseñarnos que cuando una persona desde el corazón se propone a ser fiel a Dios en todo, se puede.
Hoy quiero invitarte a que renueves tu corazón delante de la presencia del Señor, que si los últimos días, semanas o meses has estado con tu corazón cruzado, permitiendo que el enemigo mine tu mente de tantos pensamientos negativos por el hecho de haber visto que alguien a quien tu admirabas fallo, puedas en esta hora volver tus ojos al único que jamás te fallara que se llama JESÚS.
No pongas tus ojos en un ser humano, mejor mira a Jesús Autor y Consumador de la FE, porque eso te ayudara para que puedas avanzar en tu vida cristiana y tu vida diaria, crecerás y tu fe cada día irá en aumento, no habrá nada que pueda hacerte desistir de este Camino, porque Jesús será tu modelo a seguir.
Si tu corazón ha sido dañado hoy te invito a que permitas que Dios pueda restaurarlo a totalidad, que pueda tomarlo y sanarlo a través de su dulce presencia, ve y busca del Señor, dobla tus rodillas y dile que lo necesitas, que necesitas que sane tu corazón, que quieres volver a sentir su linda presencia, que quieres tener nuevamente un corazón humilde y sobre todo que lo quieres agradar todos los días de tu vida.
Cuidemos nuestro corazón que cada día nuestra fe y nuestros ojos estén puestos nada mas en Jesús, que caminemos tratando de imitarlo y viviendo una vida que sabemos que le agradara, hagamos de Jesús nuestro modelo de vida.
¡Hoy Jesús quiere sanar y restaurar tu corazón si tan solo pones tus ojos en El!
Autor: Enrique Monterroza