Muchas veces nos levantamos pensando que la vida es difícil, que no lograremos salir adelante, que todo a nuestro alrededor parece estar en nuestra contra. Pero olvidamos dar gracias por TODO aquello que sí tenemos: vida, salud, familia, bienes, etc. Tal vez lo que en realidad necesitemos sea un cambio de actitud para ver lo que es verdaderamente difícil, en nosotros:
Fácil es juzgar los errores de otros…
Difícil es reconocer nuestros propios errores.
Fácil es herir a quien nos ama…
Difícil es curar esa herida.
Fácil es perdonar a otros…
Difícil es pedir perdón.
Fácil es exhibir la victoria…
Difícil es asumir la derrota con dignidad.
Fácil es soñar todas las noches…
Difícil es luchar por un sueño.
Fácil es orar todas las noches…
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas.
Fácil es decir que amamos…
Difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás…
Difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es pensar en mejorar…
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo.
Fácil es recibir…
Difícil es dar.
¿Verdad que la vida no es tan difícil?
¡Hagamos fácil lo difícil y disfrutemos la vida cada día!
Fácil es juzgar los errores de otros…
Difícil es reconocer nuestros propios errores.
Fácil es herir a quien nos ama…
Difícil es curar esa herida.
Fácil es perdonar a otros…
Difícil es pedir perdón.
Fácil es exhibir la victoria…
Difícil es asumir la derrota con dignidad.
Fácil es soñar todas las noches…
Difícil es luchar por un sueño.
Fácil es orar todas las noches…
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas.
Fácil es decir que amamos…
Difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás…
Difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es pensar en mejorar…
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo.
Fácil es recibir…
Difícil es dar.
¿Verdad que la vida no es tan difícil?
¡Hagamos fácil lo difícil y disfrutemos la vida cada día!