Ir al contenido principal

¡Si Dios lo dijo, lo hará!

“Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”, Génesis 21:5-7

No siempre lo que Dios promete y declara para nuestras vidas se cumple enseguida. Aunque se tarde lo que tanto esperas eso no significa que Dios se haya olvidado. Simplemente significa que el tiempo de Dios es diferente al nuestro. Pero hay algo seguro, Él usará todo para glorificarse y mostrarte su gloria. Recordemos la historia de Abraham y Sara. Ambos tuvieron fe, caminaron y actuaron en fe. Obedecieron las reglas, fueron fieles, pero el cumplimiento de la promesa que Dios les había hecho, no llegaba. Imagina las horas de aflicción, de preguntas y de nostalgia que ambos tuvieron. El que tengas fe no implica que no haya momentos en los cuales llores o te sientas desesperado. Eso nos pasa porque somos humanos y el reloj de Dios no cronometra el tiempo de la misma forma que el nuestro. Eso provoca que nos desesperemos.
Fueron muchos años los que esta pareja tuvo que esperar antes de poder tener en sus brazos a su hijo Isaac. El reloj biológico de Sara se había cumplido y por querer ayudarle a Dios, dañaron el proceso. Muchas veces por querer adelantarnos al proceso, lo único que logramos es salir heridos y encontrar más problemas. Pero, ¡qué bueno es Dios! Él tiene misericordia y nos ayuda en medio de cada proceso que pasamos, si se lo permitimos. Pasaron los años, y de repente, de forma milagrosa y desafiando a todas las probabilidades físicas y de edad, Sara y Abraham pudieron tener en sus brazos a Isaac, el hijo de la promesa. Ellos lograron ver que cuando Dios promete algo, lo cumple.
No sé por lo que estés atravesando, ni cuán doloroso te parece. No sé tampoco si has pensado abandonar la lucha o intervenir porque te encuentras demasiado desesperado. Hoy debes escoger seguir creyendo y hacer la voluntad de Dios, esperar a que sus promesas sean cumplidas no importa el tiempo que pase. Comparado con los años que tuvieron que esperar Abraham y Sara, es nada.
Hoy es un buen día para que le pidas a Dios que te dé las fuerzas para aguantar el proceso y esperar en Él. Aguantemos un poco más que la victoria puede estar muy cerca.

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...