Ir al contenido principal

La Confrontación: un arte que debemos aprender (2)

“Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece”, Prov. 27:6

CÓMO REALIZAR UNA CONFRONTACIÓN
: (Mat. 16:21 – 23)
Jesucristo es nuestro mejor maestro en esto. Imaginemos lo que significó para los discípulos las palabras del Señor cuando les dice que va a morir. Pedro lo toma aparte y le dice: “Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera te acontezca esto”. Luego viene la confrontación (v. 23). Pedro ni siquiera se había dado cuenta de que estaba siendo el portavoz de un mensaje del enemigo. Las palabras del Señor fueron duras (“Apártate de mí, satanás”), pero nadie amó más a Pedro que el Señor. Veamos cómo ocurre la confrontación:
Con un mandamiento directo: debe ser claro y enérgico; a veces es en el mismo momento en que ocurre el incidente.
Con una pregunta que provoque a la otra persona a pensar
Una declaración analítica: con palabras muy bien seleccionadas
Con una penetrante mirada: en medio de las exhortaciones, una mirada es absolutamente comunicativa
¿CUÁNDO DEBEMOS CONFRONTAR?
1. Cuando alguien se convierte en una piedra de tropiezo para otros o para nosotros: debemos hacerlo porque le amamos; muchos no se dan cuenta que se han convertido en piedras de tropiezo.
2. Cuando alguien ha puesto sus pensamientos en los intereses del hombre y no en los intereses divinos: quizás no se había dado cuenta de que estaba tan ciego y sus acciones merecían una exhortación. Alguien dijo: “Ningún instrumento de tentación es más fuerte que un amigo que está más preocupado por nuestra comodidad que del desarrollo de nuestro carácter”. Es preferible tener a alguien que se preocupe más por nuestro carácter que de nuestro bienestar, aunque nos haga sentir incómodos.
3. Cuando estemos seguros de que existe una buena razón: no pensemos que esto tiene que hacerse diariamente
¿POR QUÉ DEBEMOS CONFRONTAR? (Luc. 22:24 – 32)
Jesús le dice a Pedro: “He orado para que no sucumbas, para que no naufragues en tu fe”. Eso no significaba que Pedro ya no fuera a fallar. Todos en algún momento necesitamos una confrontación; si no la recibimos, ¿Cómo podemos saber que estamos haciendo algo en forma errónea? Sin confrontación no existe aprendizaje; es como una cirugía: debe ser precisa y con absoluta limpieza. Siempre buscará construir una vida y el carácter de una persona y nunca destruirla. Por qué debemos entonces confrontar:
Para fortalecer: en especial las áreas vulnerables
Para suavizar: cuando existe un exceso de confianza

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...