FLEMÁTICO • Su más evidente debilidad es su falta de impulso y ambición; aunque siempre hará lo que se espera de él, rara veces hará algo más • No le gusta sufrir, por ello aprende a vivir como una tortuga construyendo una dura concha de autoprotección para escudarse de todos los dolores o afrentas del exterior • Una de sus debilidades menos evidentes es el egoísmo; éste lo hace indulgente consigo mismo y despreocupado de las necesidades de los demás • Son muy tercos, pero son a la vez muy diplomáticos que casi nunca se enfrentaran abiertamente a otra persona • Suelen ser exasperantes; nunca gritarán o discutirán, sólo arrastraran los pies o se plantarán firmes y no se moverán • Son ansiosos por naturaleza y temerosos; esta tendencia al temor los refrena frecuentemente de lanzarse a la ventura por su cuenta para conseguir hacer el máximo uso de su potencial. El temor les impide ser usados en sus iglesias; el temor los apaga • Una vez que se han entregado a una tarea, vienen a ser trabajadores muy fiables durante muchos años. Lo difícil es hacer que se comprometan a una tarea • Su más notoria debilidad es su tendencia a ser lento y ocioso. Se comportan como si arrastraran los pies, haciendo las cosas con la mayor lentitud posible. Su falta de motivaciones lo hace ser espectador en la vida, inclinado a hacer lo mínimo indispensable por la simple razón de que para él es “demasiado trabajo” • Debido a su agudo sentido del humor y a su habilidad como observador disimulado, echa mano a su ingeniosa capacidad para jugarles bromas a quienes lo molestan o amenazan motivarlo • Puede utilizar su rica imaginación para irritar y hacer enojar a los demás, mientras él jamás se excita o pierde su compostura • Son de los que se oponen a todo tipo de cambios por no querer correr el riesgo de verse comprometido; detesta apartarse de su conservadurismo principalmente de sus energías • Su tendencia a vacilar entre querer hacer algo y no querer pagar el precio hacen de su indecisión un hábito • Sus principales necesidades: amor, bondad, mansedumbre, templanza y fe
“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35 Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...