Ir al contenido principal

«Principios de vida»



“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”, Sant. 4:6

Ø Seamos humildes, la arrogancia es detestable ya que sólo provocará que no nos soporten.

Ø Seamos honestos en todo, sin engañar a nadie porque tarde o temprano pueden venir consecuencias negativas. Todo lo que sembramos cosechamos. El Señor aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas, Proverbios 20:23 (NVI)

Ø Usemos palabras amables, tratando siempre bien a los demás sin importar quien sea; no hay que menospreciar a nadie, no sabemos en donde se pueden abrir nuevas puertas. A Dios le agrada que tratemos bien a todos, nuestro corazón no debe ser odioso ni intolerante. Somos cartas abiertas y detrás de la persona que menos imaginamos pueden haber puertas grandes; así que no nos guiemos nunca por las apariencias. A las personas con autoridad (jefes, gerentes, líderes, etc.) les agradan los amables y transparentes. “El rey se complace en los labios honestos; aprecia a quien habla con la verdad”, Proverbios 16:13 (NVI)

Ø Aprendamos a pedir disculpas cuando nos equivoquemos; lo mejor que podemos hacer cuando cometemos errores es reconocerlos y pedir perdón. Esta es la forma más fácil de corregir las fallas. No tratemos de justificarnos, todos nos comprenderán porque somos humanos. Además, esto nos hace aun más transparentes y confiables.

Ø Seamos personas enseñables; no podemos pretender ser el sabelotodo, siempre podremos aprender algo de los demás, sobre todo de los exitosos.

Ø Seamos ordenados y comprometidos; no prometamos cosas que luego no podamos cumplir. Seamos diligentes y responsables porque Dios no usará a alguien que se olvida de todo y a quien no le importan los demás. Si prometes algo lo debes cumplir, si no, es mejor no prometer nada.

Ø La fe debe ser predominante en nosotros. Esperanza, optimismo y confianza en que Dios nos está ayudando siempre, en que algo mejor está por delante. Habla bien de tu futuro, habla bien de ti, habla bien de tus proyectos; si no funciona algo, cámbialo, pero siempre es la fe en Dios la que te guiará a la solución ante un obstáculo.

Seamos dóciles, flexibles, negociadores, comprensivos, honestos y comprometidos en todo lo que hagamos. Una vida ejemplar es la historia de José, que llegó a ser Faraón y halló gracia donde quiera que fuera (Génesis 39:5), “El reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable”, Pr. 2:7 (NVI)

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...