En la vida de David vemos lo que Dios puede hacer con las personas que se prestan como canales para Su poder y buscan Su perdón para sus fallas. David contradice el mito de que el poder o la perfección humana son cualidades que se deben tener para experimentar el poder de Dios. David fue un hombre que llegó al corazón de Dios; un corazón conforme al de Dios es una reproducción del corazón divino: intelectual, emocional y volitivamente. Para poder ver lo que Dios hizo por David vamos a analizar su vida en diferentes épocas: (1ª Samuel 16)
1- David como pastor joven: Dios era todo para David; su protección, su proveedor y su propósito. Era un hombre que deseaba por encima de todo servir a su Señor. Samuel lo ungió (v. 7) y a partir de ese momento el Espíritu de Dios descendió sobre David con poder. El ungimiento dado a David es crucial: cuando queremos a Dios con todo nuestro corazón, Él nos concede dones especiales que van más allá del nivel de los talentos humanos.
2- David en la corte de Saúl: fue un tiempo de madurez; David era fiel y leal. Sus relaciones con otros estaban llenas de amor (su amistad con Jonatan); era un hombre de emociones intensas (cuando llevó el arca del pacto a Jerusalén), 2ª Sam. 6:14
3- David comete adulterio con Betsabé: (2ª Sam. 11:4) el modo en que reaccionó ante su pecado muestra que su corazón se conformaba al de Dios. David se arrepintió cuando fue confrontado. Por encima de todas las cosas, David anhelaba tener la presencia de Dios y su perdón.
4- Los últimos días de la vida de David: (2ª Sam. 13) fueron perturbados por el incesto en su familia, la rivalidad entre hermanos y la rebelión de su hijo Absalón. Fue entonces cuando más necesitó un corazón moldeado por el Señor.
Tener un corazón conforme al de Dios no es sencillo. Implica abandonar nuestros propios juicios y la necesidad de estar en lo correcto siempre. Se requiere una renovación diaria de nuestro corazón con el de Dios. Cuanto más profunda es nuestra relación con Él, tanto más se trasplanta Su carácter en nosotros. Una persona conforme al corazón de Dios es la que tiene su mente, sus emociones y su voluntad llenas de Jesucristo.
1- David como pastor joven: Dios era todo para David; su protección, su proveedor y su propósito. Era un hombre que deseaba por encima de todo servir a su Señor. Samuel lo ungió (v. 7) y a partir de ese momento el Espíritu de Dios descendió sobre David con poder. El ungimiento dado a David es crucial: cuando queremos a Dios con todo nuestro corazón, Él nos concede dones especiales que van más allá del nivel de los talentos humanos.
2- David en la corte de Saúl: fue un tiempo de madurez; David era fiel y leal. Sus relaciones con otros estaban llenas de amor (su amistad con Jonatan); era un hombre de emociones intensas (cuando llevó el arca del pacto a Jerusalén), 2ª Sam. 6:14
3- David comete adulterio con Betsabé: (2ª Sam. 11:4) el modo en que reaccionó ante su pecado muestra que su corazón se conformaba al de Dios. David se arrepintió cuando fue confrontado. Por encima de todas las cosas, David anhelaba tener la presencia de Dios y su perdón.
4- Los últimos días de la vida de David: (2ª Sam. 13) fueron perturbados por el incesto en su familia, la rivalidad entre hermanos y la rebelión de su hijo Absalón. Fue entonces cuando más necesitó un corazón moldeado por el Señor.
Tener un corazón conforme al de Dios no es sencillo. Implica abandonar nuestros propios juicios y la necesidad de estar en lo correcto siempre. Se requiere una renovación diaria de nuestro corazón con el de Dios. Cuanto más profunda es nuestra relación con Él, tanto más se trasplanta Su carácter en nosotros. Una persona conforme al corazón de Dios es la que tiene su mente, sus emociones y su voluntad llenas de Jesucristo.