“…porque todas la promesas de Dios son en Él sí, y en Él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”, 2ª Cor. 1:20
Es imposible ser un líder espiritual sin creer en las promesas de Dios. el líder, para ser eficiente, debe fundamentar sus esfuerzos y proyectos en razón de las promesas divinas. Dios dijo a Noé: “La tierra está delante de ti”, y le hizo ver los picos de los montes. Quizás vio el Moriah, el Sinaí, el Carmelo o tal vez el monte de Sión. En cada uno de estos montes tuvo lugar una manifestación muy particular del Señor. En realidad, Dios le estaba haciendo promesas a ese hombre, haciéndole vislumbrar el porvenir. Por cierto, Noé fue un líder que vivió de acuerdo a la dirección de Dios.
Encontramos promesas generales y promesas específicas; toda promesa es cumplida en Cristo. En toda promesa de Dios hay una participación nuestra; mínimamente en creerlas, publicarlas, enseñarlas, aplicarlas y poseerlas. Las promesas generales nos fortalecen y nos inspiran.
Las promesas específicas:
• Son la confidencia del Señor con el individuo
• Ejemplos: Noé, Abraham, José, Moisés, David, María, Pablo, nosotros
• Generalmente están ligadas a un pacto de Dios con las personas
• Constituyen una revelación que debe ser creída por nosotros
• Revelan el propósito divino específicamente sobre nosotros
• Se convierten en nuestra principal responsabilidad o misión particular
• Son nuestra brújula de orientación en la tormenta de la noche
• Nos permiten ver al Invisible, aun en lo que no se ve
• Son el conductor de nuestras vidas haciéndonos vivir en el presente el gozo de lo que acontecerá en el futuro
• Nos ayudan a atravesar las circunstancias del presente creyendo y poseyendo lo que Dios nos prometió para nuestro mañana
Es imposible ser un líder espiritual sin creer en las promesas de Dios. el líder, para ser eficiente, debe fundamentar sus esfuerzos y proyectos en razón de las promesas divinas. Dios dijo a Noé: “La tierra está delante de ti”, y le hizo ver los picos de los montes. Quizás vio el Moriah, el Sinaí, el Carmelo o tal vez el monte de Sión. En cada uno de estos montes tuvo lugar una manifestación muy particular del Señor. En realidad, Dios le estaba haciendo promesas a ese hombre, haciéndole vislumbrar el porvenir. Por cierto, Noé fue un líder que vivió de acuerdo a la dirección de Dios.
Encontramos promesas generales y promesas específicas; toda promesa es cumplida en Cristo. En toda promesa de Dios hay una participación nuestra; mínimamente en creerlas, publicarlas, enseñarlas, aplicarlas y poseerlas. Las promesas generales nos fortalecen y nos inspiran.
Las promesas específicas:
• Son la confidencia del Señor con el individuo
• Ejemplos: Noé, Abraham, José, Moisés, David, María, Pablo, nosotros
• Generalmente están ligadas a un pacto de Dios con las personas
• Constituyen una revelación que debe ser creída por nosotros
• Revelan el propósito divino específicamente sobre nosotros
• Se convierten en nuestra principal responsabilidad o misión particular
• Son nuestra brújula de orientación en la tormenta de la noche
• Nos permiten ver al Invisible, aun en lo que no se ve
• Son el conductor de nuestras vidas haciéndonos vivir en el presente el gozo de lo que acontecerá en el futuro
• Nos ayudan a atravesar las circunstancias del presente creyendo y poseyendo lo que Dios nos prometió para nuestro mañana