Ir al contenido principal

«Mentalidad de desierto (3)»



“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”, Prov. 23:7

6- Excusas
: muchas veces nos la pasamos echándole la culpa a los demás. Adán y Eva se culparon el uno al otro, pero además culparon a Dios y al diablo (Gén. 3:12 y 13). Hay dos tipos de verdad en la vida: la que queremos oír y la que no queremos oír. Saraí le echó la culpa a Abraham; Abraham le regresó la responsabilidad a Saraí (Gén. 16:1 – 6). Debemos enfrentar las cosas y evitar seguir corriendo. En Núm. 21:5 los israelitas le echaban la culpa a Dios y a Moisés; ellos estaban evadiendo lo que había en sus vidas: su actitud, lo que traían en su corazón = EGIPTO. Las cosas que pasan en nuestra vida forman nuestro CARÁCTER. Dios está tratando con nosotros.
7- Autolástima: es idolatría, ya que sólo nos vemos a nosotros mismos, nos concentramos en nosotros y nuestros sentimientos (Núm. 13:33). Esto hace que nos cansemos tratando de ganar simpatía. Debemos negarnos a nosotros mismos diariamente (Mar. 8:34). Dios dice: ¡olvídate de ti mismo, ocúpate de mis cosas y yo me ocuparé de ti!
8- Autocompasión: muchas personas no se gustan a sí mismos y se quedan en el desierto toda su vida. En Núm. 13:33 vemos que de los espías, 10 hablaban lo que NO podían hacer: “somos como langostas”; mientras que 2 hablaban de lo que SÍ podían hacer. El problema de esas personas fue la forma de pensar sobre sí mismos; cuando tenemos mala actitud de nosotros mismos, todo nos parece muy grande o difícil para nosotros. Podemos no llevarnos bien con otros porque no nos aceptamos nosotros. No podemos dar lo que no tenemos; cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, los demás lo notan. No somos dignos de ninguna bendición, pero en Cristo SÍ; no recibo lo que merezco, recibo lo que Dios quiere que reciba. Dios quiere que aprendamos a heredar las cosas y no a trabajar por las cosas. Muchos son trabajadores: trabajan para recibir la gracia de Dios. Dios sabe que vamos a cometer errores, pero seguimos siendo Su especial tesoro. Si vamos a esperar hasta que merezcamos vivir en la tierra prometida, entonces jamás viviremos ahí. Dios es galardonador para los que le buscan, NO de los que son perfectos. Hacemos muchas cosas tratando de ganar el favor de la gente. Si no tuviéramos debilidades no necesitaríamos a Dios. Pensemos: “no he llegado donde quiero llegar, pero no estoy donde estaba antes”.

Entradas populares de este blog

«Sumergidos en Su presencia»

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”, Rom. 8:6 Para poder vivir una vida sobrenatural debemos mantenernos sumergidos en Su presencia. Pero si analizamos nuestra vida y nos ponemos a ver nuestra rutina de trabajo, nuestras deudas, las luchas diarias, ¿es esto vivir sumergidos en su presencia? ¿Por qué? Se nos olvida que como creyentes tenemos algo de mayor significado que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer: ¡las riquezas de la gloria de Dios en esta vida y en la futura! Si logramos comprender esto, NUNCA volveremos a ser los mismos. La llave para vivir la vida sobrenatural es la FE. Actuar por fe es el único camino a la vida sobrenatural (Romanos 5:1 y 2; Hebreos 11:6). Todos tenemos una fe natural; es la fe que mostramos en las cosas ordinarias que hacemos. La fe natural es necesaria para vivir la vida física; pero la Biblia habla de la fe espiritual como “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebr...

¿Qué tanto conocemos a Dios?

“Así dijo Jehová : no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”, Jer. 9:23 y 24. Te has preguntado alguna vez, ¿Cuánto conozco verdaderamente a Dios? Generalmente todos queremos alcanzar nuestras metas, hacer tal o cual cosa, pero lo primero en nuestra vida debe ser conocer a Dios profundamente. Cuando conocemos a Dios podemos desarrollar nuestros dones y talentos positivamente. Si lo que hacemos no proviene de Él, entonces no tiene sentido. Recordemos que nuestra vida va más allá de todo lo natural que hacemos; todo lo que hagamos tiene implicación también en el mundo espiritual. Por tanto, nuestras vidas deben estar más apegadas a lo espiritual que a lo terrenal. Nuestra prioridad debe estar en tener y disfrutar de la presenci...

Reflexiones Cristianas - La Peor Ceguera de una Persona

Nosotros pensamos que la ceguera y la sordera espiritual son solamente del hombre impío. Pero la peor ceguera y sordera es la nuestra, la de quienes tenemos ojos para ver y oídos para oír, cuando volvemos la espalda al Espíritu Santo (Heb. 3:7-8). Nacimos de nuevo para ver el reino de Dios, y nacimos del Espíritu para entrar en este reino (Juan 3:3-5). Nuestros ojos fueron abiertos para ver a Cristo y su reino en nosotros, porque fuimos hechos por Él un reino y sacerdotes para Dios (Ap. 1:6). Pero, como aconteció con aquel ciego de Betsaida, nosotros, al principio, no percibimos claramente las cosas de Dios (Mr. 8:22-25). Los ojos de nuestro entendimiento aún deben ser abiertos que veamos más allá de nuestra redención (Ef. 1:18-19). Por eso es necesario que el milagro continúe, para que podamos ver totalmente. Necesitamos volvernos fructíferos en el conocimiento de Cristo. Para esto tenemos que añadir a nuestra fe la virtud. La fe sin obras es muerta, pero la fe operante, la fe que...