“Yo soy el camino, la verdad y la vida”, le contestó Jesús. “Nadie llega al Padre sino por mí”. Juan 14:6
Poncio Pilatos preguntó: “¿Qué es la verdad?” Cuando Jesús compareció delante de Pilatos, este poderoso representante de Roma estaba totalmente seguro que su pregunta nunca sería respondida. A veces me siento inclinado a estar de acuerdo con él. Déjenme decirles por qué.
[caption id="attachment_1270" align="alignright" width="238" caption="nadie viene al Padre sino es por mi"][/caption]
Una camarera llamada Stacey creyó que estaba haciendo un acto de buena caridad cuando, al donar su cabello, juntó $2.700 para un instituto de investigación del cáncer.
Cuando regresó a su trabajo en el restaurante, el jefe le dijo que estaba despedida por haber trasgredido el código de vestimenta: dado que su cabeza estaba prácticamente rapada, sólo podría regresar a trabajar si se ponía una peluca, o después que el cabello le creciera.
La pregunta, entonces, es: ¿la echó, o simplemente le dijo que hiciera algo con su cabeza? Probablemente nunca sepamos la respuesta, así como probablemente nunca tengamos respuesta a muchas otras preguntas a lo largo de nuestras vidas.
Tanto con sus vidas como con sus muertes, los apóstoles demostraron que la historia de salvación de Jesús fue cierta. Al cumplir las profecías del Antiguo Testamento, Jesús nos demostró que es la verdad, y hasta la voz del Padre celestial nos dice que Jesús es su Hijo. Por todo eso es que podemos creer, sin dudas ni reservas, que Jesucristo es la verdad.
Todos podemos encontrar la verdad en Jesús, porque él se dio en sacrificio por todos, sin excepción, para que podamos vivir una vida plena en este mundo y disfrutar de la eternidad junto a él.
ORACIÓN:
© Copyright 2010 Cristo Para Todas Las Naciones, publicado con permiso.
Poncio Pilatos preguntó: “¿Qué es la verdad?” Cuando Jesús compareció delante de Pilatos, este poderoso representante de Roma estaba totalmente seguro que su pregunta nunca sería respondida. A veces me siento inclinado a estar de acuerdo con él. Déjenme decirles por qué.
[caption id="attachment_1270" align="alignright" width="238" caption="nadie viene al Padre sino es por mi"][/caption]
Una camarera llamada Stacey creyó que estaba haciendo un acto de buena caridad cuando, al donar su cabello, juntó $2.700 para un instituto de investigación del cáncer.
Cuando regresó a su trabajo en el restaurante, el jefe le dijo que estaba despedida por haber trasgredido el código de vestimenta: dado que su cabeza estaba prácticamente rapada, sólo podría regresar a trabajar si se ponía una peluca, o después que el cabello le creciera.
La pregunta, entonces, es: ¿la echó, o simplemente le dijo que hiciera algo con su cabeza? Probablemente nunca sepamos la respuesta, así como probablemente nunca tengamos respuesta a muchas otras preguntas a lo largo de nuestras vidas.
A veces es difícil decidir quién está diciendo la verdad, lo que nos lleva otra vez a la pregunta de Pilatos: “¿Qué es la verdad?” La respuesta a la pregunta de Pilatos es simple: Jesús es la verdad.
Tanto con sus vidas como con sus muertes, los apóstoles demostraron que la historia de salvación de Jesús fue cierta. Al cumplir las profecías del Antiguo Testamento, Jesús nos demostró que es la verdad, y hasta la voz del Padre celestial nos dice que Jesús es su Hijo. Por todo eso es que podemos creer, sin dudas ni reservas, que Jesucristo es la verdad.
¿Ha encontrado usted la verdad, o todavía la está buscando? ¿Y sus amigos y familiares?
Todos podemos encontrar la verdad en Jesús, porque él se dio en sacrificio por todos, sin excepción, para que podamos vivir una vida plena en este mundo y disfrutar de la eternidad junto a él.
ORACIÓN:
Señor Jesús, en este mundo confuso y conflictivo en que vivimos, tú sigues siendo la única verdad. Te pedimos que, a través del Espíritu Santo, podamos recordar en todo momento que solamente tú eres el camino, la verdad, y la vida. En tu nombre. Amén.
© Copyright 2010 Cristo Para Todas Las Naciones, publicado con permiso.