Tuve una maestra muy especial en la escuela secundaria hace muchos años, cuyo marido murió repentinamente de un ataque al corazón …
Aproximadamente una semana después de su muerte, compartió algunos de sus conocimientos con el salón de clases, con todos los estudiantes.
A medida que el sol de la tarde se atenuaba, llegó al vapor a través de las ventanas del aula y la clase estaba a punto de terminar mudó un par de cosas a un lado en el borde de su escritorio y se sentó allí.
Con una mirada amable de reflexión sobre su rostro, hizo una pausa y dijo:
Sus ojos se humedecieron y continuó…
La clase estaba totalmente silenciosa…
Todos los libros se recogieron y salimos de la habitación pausadamente… en silencio, esa tarde me di cuenta de más cosas en la ruta de mi casa a la escuela de lo que había que visto o aprendido en el semestre entero …
Cada vez en cuando, pienso en la profesora al recordar lo que logró por todos nosotros, yo trato de apreciar todas las cosas que a veces a todos nos pasan por alto.
Toma nota de algo especial que ves hoy. Ir descalzo, o caminar en la playa al atardecer. Una parada en el camino a casa esta noche conseguir momentos de risas en una heladería con un cono de rico helado…
Para cuando mas adelante, recordemos las cosas que hicimos que a menudo nos lamentamos, pero mas nos lamentaríamos por las cosas que no hicimos…
Aproximadamente una semana después de su muerte, compartió algunos de sus conocimientos con el salón de clases, con todos los estudiantes.
A medida que el sol de la tarde se atenuaba, llegó al vapor a través de las ventanas del aula y la clase estaba a punto de terminar mudó un par de cosas a un lado en el borde de su escritorio y se sentó allí.
Con una mirada amable de reflexión sobre su rostro, hizo una pausa y dijo:
- “Antes de que la clase haya terminado, me gustaría compartir con todos ustedes un pensamiento, que no está relacionado con la clase, pero que creo que es muy, importante…
- Cada uno de nosotros está aquí en la tierra para aprender, compartir, amar, apreciar y dar todo de nosotros mismos.
- Ninguno de nosotros sabe cuándo y como es esta fantástica experiencia, y cuando se terminará… Tal vez esta es la manera de Dios, de decirnos que tenemos que sacar el máximo provecho de cada día.”
Sus ojos se humedecieron y continuó…
- Así que me gustaría que todos ustedes me hagan una promesa…, a partir de ahora, en el camino a la escuela, o a su casa, encontrarán algo hermoso para reparar en ello… No tiene que ser algo que se ve. Podría ser un mensaje enviado, o, tal vez el pan recién horneado con el delicioso aroma flotando fuera de la casa , o podría ser el sonido de la brisa ,el crujido de las hojas en los árboles, o la forma en la luz de la mañana las captura un mes Otoño con la caída de las hojas suavemente al suelo.
- Por favor, espera estas cosas, y valorálas … Porque, si bien puede sonar trillado para algunos estas cosas son las cosas “de la vida”. Las pequeñas cosas que se ponen aquí en la tierra para disfrutar. Las cosas que a menudo damos por sentado tenemos que hacerlas importante para nuestra vista, nuestros sentimientos… para que en cualquier momento …. todo se puede inmortalizar “.
La clase estaba totalmente silenciosa…
Todos los libros se recogieron y salimos de la habitación pausadamente… en silencio, esa tarde me di cuenta de más cosas en la ruta de mi casa a la escuela de lo que había que visto o aprendido en el semestre entero …
Cada vez en cuando, pienso en la profesora al recordar lo que logró por todos nosotros, yo trato de apreciar todas las cosas que a veces a todos nos pasan por alto.
Toma nota de algo especial que ves hoy. Ir descalzo, o caminar en la playa al atardecer. Una parada en el camino a casa esta noche conseguir momentos de risas en una heladería con un cono de rico helado…
Para cuando mas adelante, recordemos las cosas que hicimos que a menudo nos lamentamos, pero mas nos lamentaríamos por las cosas que no hicimos…