“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…”, Fil. 3:8
1- Requiere de un amor extravagante o fuera de lo común (Mar. 14:3 – 9): estamos en la casa de Simón el leproso; María se distingue como una mujer sin miedo a las opiniones. En aquella época, una mujer judía nunca se reclinaba a una mesa llena de hombres, nunca se soltaba el cabello en público, ella preparaba la comida y la servía pero después se retiraba y comía en otra habitación. Aquí vemos que el vaso de María era un objeto de gran belleza. El perfume de nardo genuino era costoso. Comúnmente esos vasos contenían 12 onzas de perfume costoso. Más de un año de trabajo estaba en ese vaso. Sin titubear, María quebró el vaso y derramó su contenido sobre la cabeza de Jesús. Echó lo que quedaba sobre sus pies, se soltó el cabello y con ellos enjugó los pies de Jesús. No a todos les gustó ya que murmuraron contra María. Se quejaron por el desperdicio, pero Jesús la defiende y justifica. Hoy, cualquier cosa más allá de lo básico puede interpretarse como excesivo. Sin embargo, las expresiones de amor y los actos extravagantes para Dios son necesarios. En ocasiones, Dios nos dice: ¡Quiebra un vaso! Un amor extravagante no se puede explicar ni justificar a mentes mediocres. ¿Cuándo fue la última vez que quebraste un vaso de alabastro?
Conclusión
Muchos creyentes en las iglesias tienen a Cristo dentro de ellos, pero la mayoría lo mantiene herméticamente encerrado durante toda la vida. Necesitamos romper vasos de alabastro para que su contenido llene la casa.
Ser excelente es volar alto. Ser excelente significa remontarse como una poderosa águila. Ser excelente es vivir por encima del nivel de la mediocridad.
Para vivir por encima del nivel de la mediocridad necesitamos:
- cambiar nuestra mente
- rendirnos al gobierno de Cristo
- la entrega es esencial
- las expresiones de amor extravagante son necesarias