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“El río de Dios” (3)

“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salís del trono de Dios y del Cordero”, Ap. 22:1

 a) ARREPENTIMIENTO: ninguno de nosotros somos perfectos; la gracia de Dios la convertimos en una licencia, la santidad en legalismo, el poder en sensacionalismo. Necesitamos arrepentirnos constantemente

 b) LIMPIEZA: al sumergirnos en el río, nuestras debilidades son expuestas y necesitamos ser limpiados

 c) DESECHAR MÉTODOS HUMANOS: fácilmente intentaremos hacer cualquier cosa para saltarnos el proceso y obtener el fruto que se pueda medir en “éxito”. Nuestros métodos son naturales e impedirán que el río de Dios fluya hasta que los desechemos y nos elevemos por encima de las capacidades humanas para que permitamos al Espíritu de Dios planear las estrategias

 ELEMENTO ESENCIAL

Necesitamos la visión para estar alertas y disponibles. La falta de visión produce indiferencia, la cual lleva a la tibieza. Una persona sin visión no apoya nada, no se puede edificar con ellas, ni se saca fuego de ellas. LA VISIÓN TRAE PASIÓN.

 CONCLUSIÓN

 Vivimos en una época de cambios sin precedentes:

 El muro de Berlín ya cayó

  • Se libró una guerra importante en el Oriente medio

  • La Unión Soviética desapareció para convertirse en 18 naciones

  • La información se está duplicando cada año: los libros que hoy se escriben serán obsoletos en algunos meses

  • Los incrédulos no están interesados en escatología, sino en poder y vida


 Debemos sumergirnos en río de Dios y dejar que ese río fluya a las naciones, para que llevemos Su Gloria.

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