Ir al contenido principal

¡No os conforméis!

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”, Rom. 12:2


 

Dejar las cosas para después es una falta tan común en el ser humano que hay toda una serie de refranes, a veces divertidos, a veces no tanto, acerca del problema:

 “El perezoso es el que deja para mañana lo que ya había dejado para hoy”

"Nunca dejes para mañana lo que puedes hacer pasado mañana”


“El trabajo es sagrado… ¡no lo toques!”


 En realidad, el hábito de dejar las cosas para después no es asunto humorístico. Es algo que puede arruinar las posibilidades de éxito de casi todo lo que emprendamos. Pero hace mucho más que eso: nos roba nuestra dignidad, nos priva de la plena realización de nuestras aspiraciones y esperanzas.

El hábito de aplazar las cosas es sumamente nocivo para un cristiano. Hay quienes dejan la oración y el estudio bíblico para después porque “no tienen tiempo”. En ocasiones pensamos: “¿Qué importa si no hago este trabajo hoy o no llamo a aquel amigo enfermo?”, “Mañana será otro día”.

Es importante entender por qué aplazamos las cosas; pero lo más importante es lo que debemos hacer para vencer el problema. He aquí algunos puntos prácticos que podemos anotar y aplicar en todos los aspectos de nuestra vida:

1-   ¡Hágalo ya!: deseche excusas como: “Es demasiado difícil” o “Ahora no tengo tiempo”. Simplemente HAY QUE HACERLO YA… esa es la clave.

2-   Trace un programa de acción y luego divida y venza: escriba su programa si es necesario; primero voy a hacer esto, luego aquello, y así sucesivamente.

3-   Establezca prioridades y un sistema para desarrollar la habilidad de resolver problemas.

4-   Tenga una visión clara de las prioridades.

5-   Sea realista con respecto a su tiempo y no trate de realizar lo imposible.

Estos son sólo algunos pasos a seguir; lo más importante es ponerlos en práctica de inmediato. Recuerde: la hora para iniciar un trabajo que tenemos pendiente es la misma en la que nos lo dan o nos lo hemos asignado. Piense en una tarea o una debilidad del carácter que tenga que vencer; propóngase no aplazarlo más. No nos podemos permitir dejar para después el desarrollo de nuestro carácter. Dejemos de andar a la deriva aplazando para mañana lo que debemos hacer hoy.

Entradas populares de este blog

«Corazones agradables a Dios» 1

“…a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza”, Hech. 7:35   Tener la revelación de Dios en nuestra vida es sumamente importante. La falta de vocación y la ausencia de revelación , son los principales problemas para la plena realización de cualquier disciplina o trabajo. La vocación es una especie de iluminación interna . Dios nos ha dado una vocación para desarrollar algo en especial; algunos de una manera, otros de otra. El que no tiene vocación para una disciplina no tendrá éxito en lo que emprenda, sea en lo humano o en lo espiritual. No sólo la vocación y la revelación son importantes, también es necesaria la preparación . La Biblia habla de grandes hombres de fe que tuvieron éxito en sus vidas. Así, nosotros no lograremos el éxito si en primer lugar no somos los hombres o las mujeres para esa determinada función que estemos realizando. ¿Desde cuándo anhelamos el éxito? ¿Lo hemos alcanzado? Tenemos que retomar primero la i...

“El hombre del estanque”

“… ¿Quieres ser sano?”, Juan 5:6   El estanque de Betesda quedaba por el mercado de las ovejas; la explicación probable al movimiento del agua que ahí tenía lugar es que por debajo del mismo había una corriente de agua que de vez en cuando se agitaba y movía las aguas. La tradición judía atribuía a un ángel el que las aguas se agitaran y que la primera persona que entrara al estanque después de la agitación de las aguas, quedaría curada de cualquier enfermedad. Para el hombre de la historia (Juan 5:1 – 18) , era poco probable que por su enfermedad alguna vez llegara a ser el primero en entrar al estanque después de que se hubieran agitado las aguas. Además, no tenía a nadie que lo ayudara a entrar. Jesús no dio a este hombre una conferencia acerca de la superstición de esperar hasta que se agitaran las aguas. El único deseo de Jesús era sanarlo. Por otro lado, la larga enfermedad del hombre era un rasgo sobresaliente y significativo: treinta y ocho años de enfermedad indicaba desesper...

La Palabra para Hoy - Empezar el día con Dios

Hoy quiero compartir este tema con todos ustedes: La Palabra para Hoy - Empezar el día con Dios Hoy Dios nos da la oportunidad de iniciar el día…. así como la esposa del libro de Cantares desea, anhelaba estar cerca de su Amado, así nosotros en este nuevo día podemos estar anhelando en nuestros pensamientos en Amado, ya que el el hasta el día de hoy ha sido fiel….empecemos con nuestra primera cita con el Amado…el Anhela escuchar nuestra voz ….y venga lo venga confiemos en su Amor y Misericordia para seguir a delante Que nuestros pensamientos estén en el Amado y que esto sea el Gozo de este nuevo día. Que Dios nos proteja y nos brinde cada día su misericordia, amen.