Reflexión Cristiana - Tu Vida Tendrá Propósito al ser Guiado por El Espíritu Santo
Las personas como Daniel y José, son aquellos que saben responder a los interrogantes: Qué, quién/es, con qué, cuándo, cómo, para qué, dónde, por qué.
La razón es, porque son guiados por el Espíritu. Zacarías 4:6 dice: “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.
Ellos han alcanzado la excelencia porque han albergado un propósito en sus corazones, la santidad (Daniel. 1:8 / Genesis.39:1:20). Alcanzaron un espíritu superior porque se apartaron de lo inmundo, buscaron la santidad por cuanto guardaron sus corazones en el temor de Dios.
Veamos en la Palabra:
Por lo tanto, mi estimado lector, si deseamos convertirnos en hombres y mujeres de fe, y en consecuencia, en hombres y mujeres de visión, no pensemos que seremos capaces de hacer algo separados del Señor, pues, sólo con el Señor y en el Señor se pueden alcanzar grandes sueños y visiones, en santidad, en sabiduría e inteligencia superior. Es siendo justos que podemos guiar nuestras vidas al éxito verdadero, e inclusive a otras personas también.
¿Por qué es necesario tener muy en cuenta esto?, pues, porque la sabiduría y la inteligencia nacidas del temor de Dios nos llevarán a la meditación y a la contemplación de (primeramente) saber quiénes somos en Cristo y con qué poder Cristo actúa en nosotros. Y es en la meditación que el Espíritu nos llevará a contemplar la visión y, junto con ella, la o las estrategias para concretar nuestros sueños en Cristo. Métase en intimidad con Dios y él se le revelará.
En lo personal, hace seis años que mi familia y yo vivimos de las ganancias de una Empresa que me fue entregada en seis días de ayuno y oración. Esta empresa me permite tener la libertad de pasar tiempo de calidad con mi familia, pues, mi trabajo lo realizo prácticamente en su totalidad en la comodidad de mi hogar; puedo además, aportar tiempo y servicio en mi congregación, y darme el privilegio de pasar tiempo meditando en la palabra, examinando los recursos dispuestos en la voluntad de Dios para mí y para mis hermanos.
Teniendo el tiempo inclusive, de poder sentarme frente a mi computadora y escribir mis libros. Créame, no soy un hombre acostumbrado a largos ayunos, es más, en esta ocasión en que el Señor me entregó las llaves de mi empresa (esto no significa negocio de llave en mano, es decir; todo hecho, sino que me dio las llaves para que yo accione abriendo cada puerta frente a mí, con fe), mi intención era solamente ayunar dos días a lo sumo. Pero, llegado el segundo día no tenía claridad de la visión, sin visión no había fe, ni acciones estratégicas a seguir.
No fue sino hasta el sexto día que los cielos se abrieron y pude ver claramente lo que el Señor me quería mostrar y ahora podía explicar en detalle la misma. La gran sorpresa fue que lo que él me estaba mostrando nada tenía que ver con lo que había estado haciendo hasta ese día. En la visión había muchos profesionales trabajando para esta empresa y mucha gente sería beneficiada con nuestro emprendimiento, aún laboralmente.
Hoy, después de seis años veo concretada la visión y lo que es más, esto recién comienza, pues se viene el tiempo de la expansión geográfica de nuestra empresa y todo gracias a la visión que el Señor me entregó en aquellos días de intimidad en su presencia y profunda meditación.
Dice Salmos 25:14 “La comunión íntima del Señor es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”
Las personas como Daniel y José, son aquellos que saben responder a los interrogantes: Qué, quién/es, con qué, cuándo, cómo, para qué, dónde, por qué.
La razón es, porque son guiados por el Espíritu. Zacarías 4:6 dice: “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.
Ellos han alcanzado la excelencia porque han albergado un propósito en sus corazones, la santidad (Daniel. 1:8 / Genesis.39:1:20). Alcanzaron un espíritu superior porque se apartaron de lo inmundo, buscaron la santidad por cuanto guardaron sus corazones en el temor de Dios.
Veamos en la Palabra:
- Salmos 25:12 ¿Quién es el hombre que teme al Señor? El le enseñará el camino que ha de escoger.
- Salmos 25:13 Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra.
- Es muy claro el salmista al respecto en este salmo.
- Si usted quiere comenzar a vivir sabiamente la vida, siendo elevado y promocionado a niveles superiores de sabiduría e inteligencia, debe guardar este principio:
- “El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza (Prov 2:6).
- “Porque Dios da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Prov. 2:6).
- (DHH) “Vale más la sabiduría que las armas de guerra. Un solo error causa grandes destrozos” (Eclesiastés 9:18)
- La excelencia en Cristo es sabiduría e inteligencia en acción, aplicada en santidad.
Por lo tanto, mi estimado lector, si deseamos convertirnos en hombres y mujeres de fe, y en consecuencia, en hombres y mujeres de visión, no pensemos que seremos capaces de hacer algo separados del Señor, pues, sólo con el Señor y en el Señor se pueden alcanzar grandes sueños y visiones, en santidad, en sabiduría e inteligencia superior. Es siendo justos que podemos guiar nuestras vidas al éxito verdadero, e inclusive a otras personas también.
¿Por qué es necesario tener muy en cuenta esto?, pues, porque la sabiduría y la inteligencia nacidas del temor de Dios nos llevarán a la meditación y a la contemplación de (primeramente) saber quiénes somos en Cristo y con qué poder Cristo actúa en nosotros. Y es en la meditación que el Espíritu nos llevará a contemplar la visión y, junto con ella, la o las estrategias para concretar nuestros sueños en Cristo. Métase en intimidad con Dios y él se le revelará.
Prov. 21:5 dice: (DHH) “Los planes bien meditados dan buen resultado; los que se hacen a la ligera causan la ruina”.
En la versión Palabra de Dios para Todos dice: Pr.21:5 (PDT) “Los planes cuidadosos tienen éxito; los que se hacen de afán llevan al fracaso”.
En lo personal, hace seis años que mi familia y yo vivimos de las ganancias de una Empresa que me fue entregada en seis días de ayuno y oración. Esta empresa me permite tener la libertad de pasar tiempo de calidad con mi familia, pues, mi trabajo lo realizo prácticamente en su totalidad en la comodidad de mi hogar; puedo además, aportar tiempo y servicio en mi congregación, y darme el privilegio de pasar tiempo meditando en la palabra, examinando los recursos dispuestos en la voluntad de Dios para mí y para mis hermanos.
Teniendo el tiempo inclusive, de poder sentarme frente a mi computadora y escribir mis libros. Créame, no soy un hombre acostumbrado a largos ayunos, es más, en esta ocasión en que el Señor me entregó las llaves de mi empresa (esto no significa negocio de llave en mano, es decir; todo hecho, sino que me dio las llaves para que yo accione abriendo cada puerta frente a mí, con fe), mi intención era solamente ayunar dos días a lo sumo. Pero, llegado el segundo día no tenía claridad de la visión, sin visión no había fe, ni acciones estratégicas a seguir.
No fue sino hasta el sexto día que los cielos se abrieron y pude ver claramente lo que el Señor me quería mostrar y ahora podía explicar en detalle la misma. La gran sorpresa fue que lo que él me estaba mostrando nada tenía que ver con lo que había estado haciendo hasta ese día. En la visión había muchos profesionales trabajando para esta empresa y mucha gente sería beneficiada con nuestro emprendimiento, aún laboralmente.
Hoy, después de seis años veo concretada la visión y lo que es más, esto recién comienza, pues se viene el tiempo de la expansión geográfica de nuestra empresa y todo gracias a la visión que el Señor me entregó en aquellos días de intimidad en su presencia y profunda meditación.
Dice Salmos 25:14 “La comunión íntima del Señor es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”