“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jer. 29:11)
No puedes depender de otras personas para ser feliz; sólo debemos creerle a Dios que con su infinita sabiduría da la verdadera felicidad.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Sal. 23:4 – 6)
¡Ten fe en Dios! ¡Abandónate en sus amorosos brazos! ¡Él llenará los vacíos de tu vida, pues sabe lo que es mejor para ti!
Cuando sientas que los problemas te abruman, no te deprimas. ¡Dios te ayudará a llevar la carga y te dará discernimiento para resolverlos!
¡No basta creer en Dios! ¡Debemos creerle a Dios!
No puedes depender de otras personas para ser feliz; sólo debemos creerle a Dios que con su infinita sabiduría da la verdadera felicidad.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Sal. 23:4 – 6)
¡Ten fe en Dios! ¡Abandónate en sus amorosos brazos! ¡Él llenará los vacíos de tu vida, pues sabe lo que es mejor para ti!
Cuando sientas que los problemas te abruman, no te deprimas. ¡Dios te ayudará a llevar la carga y te dará discernimiento para resolverlos!
¡No basta creer en Dios! ¡Debemos creerle a Dios!