Muchas personas, a pesar de no creer en Dios y algunas creyendo en Él, se les oye recitar a solas, y en voz alta:
Yo no escogí esta familia en que nací.! Yo no escogí este lugar en donde vivo.! Yo no escogí la mala condición económica que sufro.! Si pudiéramos formar un coro con todas las personas del mundo.
Seguramente se respondería a una sola voz: ¡Por supuesto que es así!
¡No tuviste oportunidad de escoger! No es ninguna novedad saber, que antes de nacer, no se pregunta a nadie: ¿En que país deseas nacer.?
¿Que familia te gusta mas?
¿Que condición económica y social prefieres.?
Pero hubo alguien que sí pudo escoger "antes de nacer" como sería su vida. Escogió nacer en uno de los lugares más humildes, un pesebre, antes que en un lugar de confort.
Escogió crecer en una humilde ciudad (Nazaret de Galilea) muchas veces desestimada por la gente. Escogió "ser el hijo del carpintero" (Mateo 13:55) antes que el hijo de un príncipe adinerado de la época.
El cual fué entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.
Estimado amigo(a):
Hay cosas que tanto tu, como yo, no podemos escoger en la vida... porque ya vinieron así. Pero, en Cristo, tenemos una oportunidad de escoger: PODEMOS ESCOGER LA VERDADERA VIDA.
Nacemos en pecado, y en la muerte espiritual. Podemos caminar en esta vida solos, lamentándonos "lo mal que nos va", para enfrentar una un día la muerte, desprovistos de toda esperanza.
¿Escogerás la tristeza, la amargura y la desesperanza?
Desde luego que no.! En Cristo, escoges la oportunidad, de ser feliz, y de tener una nueva esperanza. Escoger a Cristo, es abandonar tu antigua vida, entregándole tus pecados. Escoger a Cristo es recibir de la salvación que él te ofrece, y gozar de un nuevo corazón limpio.
¿Que harás con tu vida.?
Escoge pues la vida, porque vivas (Deuteronomio 3:19) Escoge a Cristo... y vivirás.
Deuteronomio 30:19 dice: A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas.
También puedes escuchar este tratado bíblico en audio.
Yo no escogí este tipo de vida que me tocó!
Yo no escogí esta familia en que nací.! Yo no escogí este lugar en donde vivo.! Yo no escogí la mala condición económica que sufro.! Si pudiéramos formar un coro con todas las personas del mundo.
Seguramente se respondería a una sola voz: ¡Por supuesto que es así!
¡No tuviste oportunidad de escoger! No es ninguna novedad saber, que antes de nacer, no se pregunta a nadie: ¿En que país deseas nacer.?
¿Que familia te gusta mas?
¿Que condición económica y social prefieres.?
Pero hubo alguien que sí pudo escoger "antes de nacer" como sería su vida. Escogió nacer en uno de los lugares más humildes, un pesebre, antes que en un lugar de confort.
Escogió crecer en una humilde ciudad (Nazaret de Galilea) muchas veces desestimada por la gente. Escogió "ser el hijo del carpintero" (Mateo 13:55) antes que el hijo de un príncipe adinerado de la época.
Pero su mayor elección, fue "escoger morir en la cruz por nuestros pecados", entregándose por amor a ti y a mí. Romanos 4:24-25 dice: ... á Jesús Señor nuestro.
El cual fué entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.
Estimado amigo(a):
Hay cosas que tanto tu, como yo, no podemos escoger en la vida... porque ya vinieron así. Pero, en Cristo, tenemos una oportunidad de escoger: PODEMOS ESCOGER LA VERDADERA VIDA.
Nacemos en pecado, y en la muerte espiritual. Podemos caminar en esta vida solos, lamentándonos "lo mal que nos va", para enfrentar una un día la muerte, desprovistos de toda esperanza.
¿Escogerás la tristeza, la amargura y la desesperanza?
Desde luego que no.! En Cristo, escoges la oportunidad, de ser feliz, y de tener una nueva esperanza. Escoger a Cristo, es abandonar tu antigua vida, entregándole tus pecados. Escoger a Cristo es recibir de la salvación que él te ofrece, y gozar de un nuevo corazón limpio.
¿Que harás con tu vida.?
Escoge pues la vida, porque vivas (Deuteronomio 3:19) Escoge a Cristo... y vivirás.
Inclinad vuestros oídos, y venid á mí; oid, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno. Isaías 55:3
Deuteronomio 30:19 dice: A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas.
También puedes escuchar este tratado bíblico en audio.