La Biblia dice qu e somos extranjeros aquí en la tierra, que nuestra ciudadanía está en el reino de los cielos, ahora nuestro pasaporte dice: hijo de Dios, y vayamos a donde vayamos seguiremos siendo hijos de Dios. Nada es más triste que aquellos que han sido llamados a ser “luz y sal” en este mundo dejen de iluminar o pierdan su sabor volviéndose inútiles. Por mucho tiempo Dios estuvo advirtiendo al pueblo de Israel acerca del peligro de perder su identidad como pueblo escogido por Dios hasta que por fin se cumplió lo que temían. En el año 586 a. C. la ciudad de Jerusalén fue arrasada por el ejército enemigo y sus jóvenes fueron llevados prisioneros a la corte real. El conquistador tenía una estrategia: hacer que esos jóvenes perdieran su identidad de judíos y pasaran al servicio del nuevo emperador (Daniel 1:5). Nabucodonosor ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al cabo...
Reflexiones Cristianas Para Meditar en Cristo Jesús. Publicamos cada día una Reflexión Cristiana del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.